lunes, 15 de noviembre de 2010

#45: Los retiros espirituales valen la pena.

Cada año buscamos tener al menos un fin de semana diferente que nos ayude a romper con la rutina y tener experiencias diferentes.  Hay experiencias de aventuras en la naturaleza, experiencias de convivencia familiar, viajes de compras, viajes culturales y viajes para conocer otros lugares y otras personas.

Una experiencia que vale la pena tener cada año es participar en un retiro espiritual.  Un retiro espiritual es una actividad que se realiza en grupo siguiendo una agenda de actividades espirituales.  

Las actividades espirituales que puedes realizar en un retiro son: 
  1. oraciones de la noche, 
  2. oraciones de la mañana,
  3.  meditación dirigida,
  4.  escuchar una lectura espiritual durante las tres comidas, 
  5. pláticas para reflexionar la vida de los santos y sobretodo el Evangelio, 
  6. visitas al Santísimo,
  7. cuestionarios para conocerse mejor a uno mismo en la práctica de las virtudes.
  8. rezo del Viacrucis
  9. rezo del Santo Rosario
  10. la Confesión
  11. la celebración de la Eucaristía.
  12. la dirección espiritual.

Como vez un retiro es una experiencia llena de actividad espiritual.  Las primeras veces que participas pueden ser un poco difíciles por la falta de costumbre o de práctica, al igual que la primera vez que juegas un partido de cualquier deporte o la primera vez que vas a un gimnasio.  El secreto para hacer un buen retiro es guardar silencio para aprender a dialogar con Dios y aprovechar los momentos de descanso para dormir.  Los retiros cansan bastante por lo que conviene dormir bien en la noche y dormir en el tiempo libre después de la comida una siesta.

Generalmente en los retiros se cuenta con uno o varios sacerdotes que dirigen las pláticas y meditaciones, y que atienden en lo individual a cada uno de los asistentes en la confesión y en la dirección espiritual.  Hay un sacerdote que dirige el retiro y otros sacerdotes que visitan al grupo durante el día y apoyan con la impartición de sacramentos.

La duración del retiro varía desde 2 hasta 30 días.  Si nunca haz ido a un retiro te recomiendo asistir a uno que comience en viernes a las 7:30PM y termine el domingo medio día.  Realmente la duración es un día completo, el sábado y dos noches, la del viernes y la del sábado.  El domingo se pasa rápido porque sólo es la mañana  y la misa.

Los retiros espirituales se organizan en lugares bellos en donde puedas tener contacto con la naturaleza.  La comida suele ser tipo buffet, bastante buena, más completa y balanceada de lo que normalmente comes en casa.  Las habitaciones son austeras pero con todo lo indispensable para descansar bien.

Particularmente recomiendo pasar todos los tiempos libres en el escritorio de tu habitación rezando, leyendo y llenando los cuestionarios, así no tendrás distracción y aprovecharás al máximo las oportunidades de dialogar con Dios. Recuerda el consejo evangélico de Jesucristo: Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.[1]

En la Sagrada Escritura encontré este pasajes en el que Moisés se retiró a la montaña para estar con Dios durante cuarenta días y noches.

Recuerdo de las rebeldías pasadas
7 Acuérdate de esto, no lo olvides: has irritado en el desierto al Señor, tu Dios. Desde el día en que salieron de Egipto hasta que llegaron a este lugar, ustedes han sido rebeldes al Señor.
8 Ya en el Horeb lo irritaron, y él se indignó tanto que estuvo a punto de destruirlos.
9 Eso sucedió cuando yo subí a la montaña para recibir las tablas de piedra, las tablas de la alianza que el Señor hizo con ustedes. Yo estuve arriba, en la montaña cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber.
10 Entonces el Señor me entregó las dos tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios, donde estaban todas las palabras que él les dirigió en la montaña, desde el fuego, el día de la asamblea.
11 Al cabo de esos cuarenta días, cuando el Señor me entregó las dos tablas de piedras, las tablas de la alianza.
12 me dijo: «Baja de la montaña ahora mismo, porque tu pueblo, ese que sacaste de Egipto, se ha pervertido. Ellos se apartaron rápidamente del camino que yo les había trazado y se han fabricado una estatua de metal fundido».
13 Después agregó» «Ya veo que este es un pueblo obstinado.
14 Por eso, déjame que los destruya y que borre de la tierra hasta su nombre. De ti, en cambio, suscitaré una nación más numerosa y fuerte que ellos».
15 Yo me di vuelta y bajé de la montaña, que ardía envuelta en llamas, llevando en mis manos las tablas de la alianza.
16 Entonces vi que ustedes habían pecado contra el Señor, su Dios, haciéndose un ternero de metal fundido y apartándose rápidamente del camino que él les había trazado.
17 Por eso tomé las dos tablas de piedras, las arrojé violentamente, y las hice añicos en presencia de todos. [2]


El tiempo que pasamos de retiro es un tiempo especial para abrir tu corazón a Dios y dejar que el grabe con su dedo sus preceptos en tu corazón.  Abrir el corazón es muy diferente a poner la mente en blanco o hacer ejercicios de respiración.  Abrir tu corazón es una acto libre de tu voluntad, es un ejercicio de tu espíritu.

Para empezar se requiere tener la disposición interior a creer y a tener una experiencia de Cristo en la que puedas sentir su amor.  Esta experiencia sucede en el silencio, cuando Dios quiera el te llama y si tu disposición es correcta lo vas a escuchar en tu interior.  Una parte importante de esta disposición implica la voluntad de renunciar a los falsos dioses, renunciar a las cosas a las que estés apegado y que Dios te vaya indicando.  Dios quiere vivir en el centro de tu corazón y que ese lugar este libre de ídolos.

Pidamos a la Santísima Virgen de Guadalupe que interceda por nosotros y nos consiga la gracia de gustar las actividades espirituales, para que Dios escriba su ley en nuestro corazón y nosotros podamos entenderla.

Dios te bendiga.

[1]  Mt, 6, 6
[2]  Deut,  9,  7-17

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