Vive tu vida con rectitud moral para que puedas habitar en la casa del Señor. Pon atención en las cosas santas y no te dejes contaminar de contenido pecaminoso. Procura que tu conducta sea la de un auténtico cristiano que sigue el camino de Jesucristo. Que cuando converses, tus comentarios sean verdaderos y bondadosos, protegiendo la reputación de las personas que conoces. Pon tu atención en los corazones de las personas y sírvelas con humildad.
Si haces esto, Dios pondrá su mirada en ti, bendecirá tus pasos y tu misión.
Esta reflexión está basada en el Salmo 101, el cual adjunto a continuación. Pide al Espíritu Santo que te ilumine antes de leerlo. Hagamos una pausa breve en silencio.
SALMO 101
1 De David. Salmo.
Celebraré con un canto la bondad y la justicia:
a ti, Señor, te cantaré;
2 expondré con sensatez el camino perfecto:
¿cuándo vendrás en mi ayuda?
Yo procedo con rectitud de corazón
en los asuntos de mi casa;
3 nunca pongo mis ojos
en cosas infames.
Detesto la conducta de los descarriados
y no los cuento entre mis amigos;
4 la gente falsa se aparta de mí
y nunca apruebo al malvado.
5 Al que difama en secreto a su prójimo
lo hago desaparecer;
al de mirada altiva y corazón soberbio
no lo puedo soportar.
6 Pongo mis ojos en las personas leales
para que estén cerca de mí;
el que va por el camino perfecto
es mi servidor.
7 No habita dentro de mi casa
el hombre traicionero;
la gente mentirosa
no puede permanecer delante de mi vista.
8 Hago desaparecer día tras día
los malvados del país,
para extirpar de la Ciudad del Señor
a todos los que hacen el mal.
Puntos de reflexión
1. Dios es maestro
Acércate a Dios para que conozcas el mejor camino que debes de seguir para llegar a Él y que tu felicidad sea plenitud. Quién mejor que Cristo y sus representantes para mostrarte el camino? Cuidado con las rutas falsas y con las personas que te quieren convencer de que otro camino es mejor al de Cristo. No te dejes engañar.
2. Dios es santo
Que alegría y que fortuna tenemos de tener un Dios como Nuestro Señor! Tenemos un Dios de buen corazón y de buenas intenciones con todo el poder para que su voluntad se cumpla. Pon tu confianza en Dios y camina de la mano de Él.
3. Dios es rey
Así como a tu casa entran tus amigos, así al reino de Dios entran sus amigos. Los enemigos de Dios caen y quedan inmóviles sin poder alguno. Los amigos, en cambio, pueden entrar al reino de Dios y gozar de su presencia.
Petición final
Te imploramos Madre Santísima, Puerta del Cielo, que nos enseñes a vivir la vida como buenos amigos de tu Hijo Jesucristo para que podamos algún día entrar por la puerta celestial y en compañía de todos los santos alabar por los siglos a Dios. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor y Salvador. Amén.
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