#44: Examen de conducir

Los conductores en México requieren una licencia para conducir.  La licencia es una identificación que contiene datos generales y fotografía del conductor. Para obtener la licencia es necesario acreditar un curso de manejo y pasar un examen de conducir.

La licencia tiene una fecha de expiración y se tiene que renovar después de uno o tres años.  Una vez obtenida la primera licencia la segunda es más fácil de obtener, basta pagar por el trámite y actualizar los datos y la fotografía.

Un conductor que demuestra irresponsabilidad para manejar y que pone en peligro su vida o la de los demás puede perder su licencia sin derecho a obtenerla de nuevo.  Por ejemplo, los conductores que de manera reiterada manejan en estado de ebriedad pueden perder su licencia. Por lo tanto es importante conocer y respetar todas las reglas de tránsito ya que así favorecemos la propia seguridad y la de todos, además de que la buena conducta tras el volante nos permite gozar de la libertad de manejar.

En el capítulo octavo del libro del Deuteronomio encontramos otro tipo de examen junto con los beneficios de aprobarlo.

La protección divina en el desierto

1 Pongan cuidado en practicar íntegramente el mandamiento que hoy les doy. Así ustedes vivirán, se multiplicarán y entrarán a tomar posesión de la tierra que el Señor prometió a sus padres con un juramento.

2 Acuérdate del largo camino que el Señor, tu Dios, te hizo recorrer por el desierto durante esos cuarenta años. Allí él te afligió y te puso a prueba, para conocer el fondo de tu corazón y ver si eres capaz y no de guardar sus mandamientos.

3 Te afligió y te hizo sentir hambre, pero te dio a comer el maná, ese alimento que ni tú ni tus padres conocían, para enseñarte que el hombre no vive solamente de pan, sino de todo lo que sale de la boca del Señor.

4 La ropa que llevabas puesta no se gastó, ni tampoco se hincharon tus pies durante esos cuarenta años.

5 Reconoce que el Señor, tu Dios, te corrige como un padre a sus hijos.

6 Observa los mandamientos del Señor, tu Dios; sigue sus caminos y témelo.[1]

Hagamos una lista de los beneficios de cumplir los mandamientos:

1. Vida
2. Fecundidad
3. Propiedad
4. Protección

Estos cuatro son anhelos básicos de cualquier persona. Dios conoce nuestro corazón y sabe lo que anhelamos profundamente.

Hagamos ahora una lista de las recomendaciones para observar los mandamientos de forma exitosa:

1. Practicarlos íntegramente, si dejas fuera alguno toda la casa se viene abajo.
2. Conocer el fondo de tu corazón y poner a Dios en el centro.
3. Reconocer en las pruebas un momento especial para ser fiel a Dios.
4. Alimentarte todos los días de la Palabra de Dios.
5. Reconocer la mano de Dios en tu vida.
6. Relacionarte con Dios como con un verdadero Padre.
7. Tomar conciencia de la presencia de Dios en todo momento.

Pidamos a la Santísima Virgen que nos enseñe a alcanzar la verdadera belleza. La belleza de una persona que cumple los mandamientos y está llena de Dios es verdadera y duradera.

[1]  Deut,  8,   1-6