jueves, 26 de diciembre de 2013

#198: Juegos violentos y películas de acción

Pollice Verso ("Pulgar hacia abajo") de Jean-Léon Gérôme, 1872.
Hoy en día hay mucho entretenimiento de naturaleza violenta: 
  • video juegos, 
  • películas, 
  • peleas y más.

La violencia como diversión no es algo nuevo, incluso los romanos, en tiempos del imperio, iban al Coliseo a ver actos de violencia extrema.

Al observar un acto violento ya sea real, actuado, virtual o animado, nuestro cuerpo se tensa y se dispara el instinto de defensa / huída. En el espectador se excita el deseo de poder, la lucha por sobrevivir y la ira, sobre todo en los juegos con jugadores múltiples.
Si la acción es muy intensa se nos olvida hasta respirar y nos falta el aire.

Ahora retrocede un poco, aléjate de este tema que te estoy proponiendo. ¿Qué opinas de divertirte con la violencia?  ¿Qué opinas de gustar de un espectáculo de matanza, dominación, odio y venganza?

Esta reflexión está basada en el salmo número cinco. Te recomiendo que pidas al Espíritu Santo que te ilumine antes de continuar leyendo. 

Si tienes una Biblia a la mano te recomiendo también leer el salmo 5 completo. A continuación te ofrezco algunos puntos de reflexión relacionados con algunos versículos de este salmo y su contexto.

Puntos de reflexión

1. Dios es mi Rey

oye mi clamor, mi Rey y mi Dios, porque te estoy suplicando. (Salmo 5,3)

La primera responsabilidad del rey es la seguridad de sus súbditos. Los súbditos, a cambio, se someten a la voluntad del rey. Así, el orden social se mantiene y se crea un ambiente de paz y armonía, propicio para la vida. Pelear y matar dejan de ser necesarios para vivir cotidianamente y las personas podemos dedicarnos a trabajar y cultivar las relaciones.

Si Dios es Rey de mi vida interior voy a tener estos mismos beneficios:
  • paz interior,
  • armonía espiritual,
  • y orden.


No tendré que pelear conmigo mismo porque voy a querer los bienes espirituales que Dios me brinda y los voy a preferir por encima y en sustitución de cualquier creatura.

2. Dios es mi salvoconducto

Guíame, Señor, por tu justicia, porque tengo muchos enemigos: ábreme un camino llano. (Salmo 5,9)

Son muchas las creaturas que pueden atentar contra mi vida interior, buscando robarme la paz y sobretodo la amistad con Dios. 

Dios mismo es la mejor defensa contra toda tentación, tristeza, ataque o injusticia que pueda yo sufrir. Basta con que invoque a Dios humildemente y seguro de la ayuda que recibo y que recibiré, pueda yo continuar con mi vida ordinaria en el servicio de mi Rey y sus súbditos, con serenidad.

3. Dios es mi escudo

Porque tú, Señor, bendices al justo, como un escudo lo cubre tu favor. (Salmo 5,13)

Ante tantos males que observamos diariamente resulta una temeridad vivir la vida al margen de Dios y de su protección.

Petición final


Te pedimos Madre Santísima, Reina de la paz, que nos enseñes a gustar de la paz, tanto en nuestros afanes diarios como en nuestros juegos y descansos, a fin de que gustando la paz y haciendo la paz seamos realmente bienaventurados. Te lo pedimos por Jesucristo Rey, Nuestro Señor y Salvador. Amén.

lunes, 25 de noviembre de 2013

#197: Desprendimiento del afán de ser popular

Se viaja mejor acompañado.
Acompáñame;

Voy a donde Dios quiere,
Y allá donde fuere,
No haré lo que viere,
Sino lo que Cristo hiciere.

Mi camino es Cristo, 
Quien me lleva al Padre, 
Iluminando mis pasos con la luz del Espíritu Santo, 
Para pisar seguro 
Y discernir el rumbo.

Si el pecado me hiere
Y mi alma muriere,
El infierno mereciere
Y Su amistad perdiere.

Lejos de mí tal desgracia,
Por un afán de ser popular,
Muchos dan la espalda al Señor,
Pero mira que Cristo dio la espalda por ti,
y recibió latigazos que parecían no parar.

Por eso te digo, hermano viajero:

Voy a donde Dios quiere,
Y allá donde fuere,
No haré lo que viere,
Sino lo que Cristo hiciere.


La siguiente reflexión está basada en el Salmo 1. Invoquemos ahora al Espíritu Santo para que con su luz podamos extraer mayor provecho a éstas líneas del salmo.

Puntos de reflexión.

1. Vive como los santos.

¡Feliz el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni se detiene en el camino de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los impíos, (Salmo 1,1)

Hermano, tú también como el salmista, busca santo consejo, procura justo entretenimiento y acompáñate de los humildes.

2. Aliméntate como los santos

El es como un árbol
plantado al borde de las aguas,
que produce fruto a su debido tiempo,
y cuyas hojas nunca se marchitan:
todo lo que haga le saldrá bien.(Salmo 1,3)

La Eucaristía es verdadero alimento y la gracia de Dios es el agua que sacia tu sed de plenitud. Por eso el santo sigue la dieta de los sacramentos y se abstiene de pecar, lo más posible. Mejor dedica el tiempo a hacer el bien.

3. Ora como los santos

porque el Señor cuida el camino de los justos,
pero el camino de los malvados termina mal. (Salmo 1,6)

Cuando despiertes ora y sigue orando durante el día hasta dormir. Toma conciencia de la presencia de Dios en ti, en torno a ti y en tu prójimo.

Orando se aprende a orar. Ora en diálogo con Dios. Deja que Dios proponga el tema de conversación y luego tú lo sigues, durante el día.

Orar no es mero ejercicio mental ni tampoco vocal. Orar es acompañar al ser amado en diálogo amoroso, mas como ese Ser es Dios mismo, también puedes:
  • adorarle,
  • consagrarle,
  • ofrecerle,
  • bendecirle,
  • glorificarle,
  • suplicarle,
  • agradecerle y
  • profesarle,
  • o simplemente amarle.

Si no captas las sutiles diferencias, al menos visualiza las posibilidades. ¡Hay mucho tema para conversar con Dios!

Te animo a que abraces apasionadamente el Sagrado Corazón de Dios. No te andes por las ramas como un extraño. Corre como un hijo pequeño directo a tu Padre y abrázalo.

Petición final

Madre Santísima, Reina de todos los santos, eres modelo de santidad, refugio, consuelo y auxilio. Quisiéramos, por tu intercesión, ver a más mujeres siguiendo tu ejemplo y a más hombres portando tu estandarte. Te lo pedimos por tu Hijo Jesucristo Nuestro Señor y Salvador. Amén.

lunes, 18 de noviembre de 2013

#196: Fundido y purificado por Cristo

San Juan Bautista

Soy el mensajero que Dios te envía. El mensaje es sencillo de transmitir y este blog es el medio por el cual recibes hoy el mensaje.  A continuación el mensaje:

Hola hijo, soy Dios. Yo quiero vivir en tu corazón. Tu alma puede ser el templo en donde yo viva. Si me dejas vivir en ti serás feliz.

Ya recibiste el mensaje, ahora te toca preparar tu corazón para recibir a Dios. Dios ocupará todo tu corazón, una vez que Dios entre en él, no habrá lugar ahí para nada más, sólo para Dios y para todos a los que Dios ama.

Esta reflexión está basada en el capítulo 3 del libro del profeta Malaquías. Te recomiendo invocar al Espíritu Santo para que esta reflexión dé todo el fruto que Dios quiere obtener de ti.

Puntos de reflexión

1. Gracias Señor por tu mensaje y por tu mensajero

Yo envío a mi mensajero, para que prepare el camino delante de mí. Y en seguida entrará en su Templo el Señor que ustedes buscan; y el Angel de la alianza que ustedes desean ya viene, dice el Señor de los ejércitos. (Malaquías 3,1)

Este pasaje me hace pensar en San Juan Bautista, primo de Nuestro Señor Jesucristo, hijo de Santa Isabel. El fue mensajero, el último profeta y el primer testigo de Cristo. La esencia de su mensaje se repite cada año en Cuaresma: “Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca.” (Mt. 3,2) 

¿Qué tan cerca?, muy cerca, a una jaculatoria de distancia. Señor, “si quieres puedes purificarme.” (Mc. 1,40)

2 Gracias Señor por el confesor y el confesionario

El se sentará para fundir y purificar: purificará a los hijos de Leví y los depurará como al oro y la plata; y ellos serán para el Señor los que presentan la ofrenda conforme a la justicia. (Malaquías 3,3)

Veo a Jesús en el sacerdote sentado en el confesionario, como médico de almas, escuchando los males que aquejan a las almas y recetando el remedio que les recobrará la salud. La penitencia cambia pero la medicina es la misma para todos, es la gracia santificante.

3 Gracias Señor por el juicio y por mi abogada

Ellos serán mi propiedad exclusiva, dice el Señor de los ejércitos, en el Día que yo preparo. Yo tendré compasión de ellos, como un hombre tiene compasión de su hijo que lo sirve. (Malaquías 3,17)

No temas el juicio. El juicio particular es el evento en el que Cristo te agradecerá por tu servicio a Dios Padre y María abogará por tu salvación eterna. El juicio es tu graduación después de toda tu vida cristiana temporal.

Petición final


Señora Abogada Nuestra, Madre Santísima, vela por nuestras necesidades y muéstranos a Cristo en nuestros hermanos, vecinos y enemigos, así como también en los extranjeros y foráneos. Instrúyenos cómo vivir cristianamente y prepáranos para el encuentro definitivo con tu Hijo Jesucristo, Nuestro Señor y Salvador. Amén.

jueves, 19 de septiembre de 2013

#195: Con tu doctrina en mi boca

Bendigo con la voz.
Cada palabra mía agrada a Dios,
Y edifica al prójimo,
Para acercarlo a Jesús.

Me preguntan por ti Señor,
Quieren saber cómo eres:
  • Absoluto
  • Verdadero
  • Poderoso
  • Bondadoso y
  • Providente

El que camina contigo no tropieza.


Esta reflexión está inspirada en el capítulo 2 del libro del profeta 
Malaquías. Pidamos juntos al Espíritu Santo que nos ilumine,
antes de rumiar los puntos a continuación:


Puntos de reflexión


1. Como hijo de Dios

La verdadera doctrina estaba en su boca y en sus labios no había 
maldad; él caminaba conmigo en paz y con rectitud, y apartaba
muchos del mal. (Malaquías 2,6)


Esta cita de la Sagrada Escritura es bella y describe un grado de 
santidad que yo no tengo, pero sí tengo el deseo y la esperanza de 
apartar a muchos del mal. Empezaré por apartarme yo mismo.


2. Como sacerdote

Porque los labios del sacerdote guardan la ciencia y de su boca 
se busca la instrucción, porque es el mensajero del Señor de los 
ejércitos. (Malaquías 2,7)


El mensaje de Dios es vida y se hace vida. Es más importante lo 
que vives que lo que dices o escribes. Vive como mensajero de Dios y comparte la sabiduría con quien te busque.  Compártela gratis, así como la has recibido.


3. Como hijo de la Iglesia

¿No ha hecho él un solo ser, que tiene carne y espíritu? ¿Y qué 
busca este único ser? Una descendencia dada por Dios. Tengan 
cuidado, entonces, de su espíritu y que nadie traicione a la mujer 
de su juventud. (Malaquías 2,15)


Aquí está toda la antropología resumida en una cita: somos cada 
uno cuerpo y alma, hijos de la Iglesia. Participamos de la creación
con Dios, por Él y para Él. Somos eslabones en la historia de la
salvación y queremos una innumerable descendencia de hijos en la fe y en la carne según el plan de Dios. Aquí está tu definición como persona humana, tu razón de existir y el punto de partida para salir al encuentro de los demás.


Petición final


Te pedimos Madre Santísima, Trono de la sabiduría, una boca 
como la tuya que sepa bendecir desde el corazón, a fin de que 
podamos difundir eficazmente a tu Hijo Jesucristo como ideal de 
vida y vaso receptor de todo nuestro amor.


Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo. Amén.

viernes, 6 de septiembre de 2013

#194: Dios es mi herencia

Nadie me puede despojar de mi herencia.

Dios es paciente conmigo.

Dios me guía con benevolencia por el camino de la rectitud.

Por eso soy amigo de Dios,

Y uso el escapulario como manto sagrado.

Mantengo a mi mujer por amor a Dios y 

Acerco a mis hijos a la luz de la fe.

Encuentro mi serenidad en la pureza.

Y la sobriedad me procura un buen descanso.

Pertenezco al incontable rebaño de la Iglesia,

Con mi mente abierta a Dios.

¡Belleza sin igual es contemplar la verdad!

Cristo es mi buen pastor,

Y yo quiero ser su buena oveja.

Esta reflexión está basada en el capítulo 2 del libro del profeta Miqueas. Antes de continuar te recomiendo encomendarte al Espíritu Santo.

Puntos de reflexión

1. Pon los medios para vivir al pureza.

¡Levántense y caminen, este no es un lugar de reposo! A causa de la impureza, tú provocas la destrucción, y la destrucción será cruel. (Miqueas 2,10)

La pureza requiere acción, vigilancia y oración. Ocuparse de las cosas de Dios es la mejor estrategia para vivir la pureza.

2. Vive tu catolicismo

Sí, yo voy a reunir a todo Jacob, voy a congregar al resto de Israel; los juntaré como a ovejas en un corral, como a un rebaño en medio de su pastizal: ¡será una ruidosa multitud de hombres! (Miqueas 2,12)

Dios te ha llamado por amor a formar parte de su rebaño. 
  • Sé católico, 
  • siéntete católico, 
  • declárate católico.

Hazlo con humildad. No eres dueño de la verdad, porque nadie es dueño de Dios, pero sí eres católico. 


3. Marcha con Cristo

El que abre camino sube a la vanguardia, los demás se abren camino, franquean la puerta y salen por ella: ¡su rey pasa al frente de ellos, el Señor marcha a la cabeza! (Miqueas 2,13)

Cuando te acusen de ser católico, ¿qué vas a decir de ti mismo? ¿Vas a dar testimonio o vas a negar tu fe?  Mi consejo es que seas un auténtico católico en todas partes y en todas las circunstancias. No temas. Dios es mucho más poderoso que cualquiera.

Petición final

Madre Santísima, Virgen de Guadalupe, por ti somos guadalupanos, por tu Hijo somos cristianos y por Dios somos. Enséñanos a vivir nuestro catolicismo con pureza, sobriedad y rectitud, a fin de que habiéndonos esforzado hasta el final, podamos gozar contigo en la contemplación eterna de la Verdad. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Rey y Señor. Amén.

lunes, 12 de agosto de 2013

#193: Dios pudo por ti.

Lee las siguientes cinco frases despacio:

Dios pudo crear a otro y te creó a ti…
Dios pudo dar vida a otro y te la dio a ti…
Dios pudo morir por otro y murió por ti…
Dios pudo elegir a otro y te eligió a ti…
Dios puede amar a otro y te ama a ti…

Vuélvelas a leer.
Léelas una tercera vez.
¿Qué respuesta nace en tu corazón?

La siguiente reflexión está basada en el capítulo 2  del libro del profeta Amos.  Te recomiendo pedir ahora conmigo luz al Espíritu Santo antes de continuar. “¡Ven Espíritu Santo!”

Puntos de reflexión

1. Pudo ser otro y fuiste tú.

¡Y pensar que yo destruí ante ellos al amorreo, cuya altura era igual a la de los cedros y que era fuerte como las encinas: arranqué su fruto por arriba y sus raíces por debajo! (Amos 2,9)

Hay muchos mejores que tu, pero Dios te eligió, para que los hombres no duden en reconocer su mano y darle gloria al ver tus obras. Ciertamente vienen de Dios.

2. Dios te dio un hogar.

Y a ustedes, los hice subir del país de Egipto y los conduje cuarenta años por el desierto, para que tomaran en posesión el país del amorreo. (Amos 2,10)

Una pregunta: en la casa donde vives, la casa que Dios te dio, ¿a Dios se le recibe como Padre o como extraño? 

Ordena tu casa y manténla ordenada.  Despeja un rincón para rezar en silencio.

3. Dios te suscita.

Yo suscité profetas entre sus hijos y nazireos entre sus jóvenes; ¿no es así, israelitas? –oráculo del Señor–. (Amos, 2,11)

Amos transmite las palabras que aprende de Dios y por eso sus palabras son fuente de vida. Hacemos caso omiso de sus palabras bajo nuestro propio riesgo. Riesgo de muerte.

Tú también ve y habla las palabras que avancen al prójimo en el conocimiento del Padre. Calla lo demás.

Petición final


Madre Santísima, Virgen prudentísima, enséñame lo que tengo que decir y lo que tengo que callar, cuando tu Padre me visite y tus hijos me soliciten. Te lo pido por tu Hijo Jesucristo, Nuestro Señor y Salvador. Amén.

miércoles, 31 de julio de 2013

#192: De vacaciones con Dios.

En Dios encuentro mi verdadero descanso. 

De Él recibo la brisa refrescante y 
en Él contemplo la vista espectacular que me cautiva. 

Dios alegra la convivencia familiar en vacaciones y 
nos mantiene unidos en todo este viaje que es la vida. 

Con Dios está asegurado,
que el destino será inmejorable y 
que la habitación está bien reservada para nosotros.

Con Dios todo está incluido,
y Él sólo me basta.

Esta reflexión está basada en el capítulo 13 del libro del profeta Oseas.  Te invito a que pidas conmigo la luz del Espíritu Santo, deseando que te aprovechen estas líneas para tu propia santificación.

Puntos de reflexión

1. Busca primero a Dios

Pero yo soy el Señor, tu Dios, desde el país de Egipto: no conoces a otro Dios más que a mí, y fuera de mí no hay salvador. (Oseas 13,4)

Busca primero a Dios antes que al placer o al entretenimiento. 

Quedarás pleno, 
con el corazón lleno de amor y 
las manos llenas de cosas buenas para compartir.

2. Acércate con confianza a tu Padre celestial

Yo te conocí en el desierto, en la tierra de la aridez. (Oseas 13,5)

No es necesario que te presentes, pues Dios ya te conoce. El es tu Padre celestial y te conoce íntimamente.   

Dios te ama y es testigo de cada instante de tu vida. Dios te regala alegrías y bendiciones conforme se las pides y las vas necesitando.

3. Acuérdate de darle las gracias a Dios por todo

Al llegar a sus campos de pastoreo, ellos se saciaron; y una vez saciados, se enorgulleció su corazón; por eso se olvidaron de mí. (Oseas 13,6)

Reconoce humildemente que Dios es la fuente de todo lo que te aprovecha. 

Sin Dios nada puedes que valga o trascienda.

En estas vacaciones te deseo que vayas y regreses con Dios en tu corazón.

Petición final

Madre Santísima, acompáñanos en este viaje. Que así como tú viajaste siempre con Jesús, así nosotros también lo llevemos a todas partes. Te lo pedimos por tu Hijo Jesucristo Nuestro Señor y Salvador. Amén.

lunes, 24 de junio de 2013

#191: Cristo da constancia de Dios.

Gracias a Cristo sé:
  •  que Dios existe,
  • y que me ama,
  • y que tiene un Reino,

Porque Cristo:
  •  anuncia a Dios,
  •  nos habla de su Reino
  •  y además es Dios mismo.

Esta reflexión está basada en el capítulo 6° del libro del profeta Oseas. Te invito a pedir junto conmigo la ayuda al Espíritu Santo, para que podamos entender y hacer vida el mensaje que Dios nos ha querido transmitir hoy en estos versículos.

Puntos de Reflexión.

1. Sólo un Evangelio para siempre.

«Vengan, volvamos al Señor: él nos ha desgarrado, pero nos sanará; ha golpeado, pero vendará nuestras heridas. (Oseas, 6,1)

Cristo nos anuncia la Buena Noticia del Reino de Dios, al cual tenemos ahora acceso todos los seres humanos, por su piel desgarrada y su sangre derramada durante su pasión y muerte.

 No hace falta buscar la verdad en otra parte. No hace falta complementar la sabiduría de Dios con otra sabiduría humana. No hay novedad, ni moda filosófica que nos ponga en ventaja con respecto a las generaciones pasadas después de Cristo.

Nos basta la Revelación y muchos santos en la historia de la Iglesia nos dan constancia de esto.

2. Seguimos a Cristo resucitado.

Después de dos días nos hará revivir, al tercer día nos levantará, y viviremos en su presencia. (Oseas 6,2)

Oseas profetiza lo que nosotros ya sabemos, que Cristo resucitó al tercer día. Cristo venció la muerte y lo mismo quiere hacer por nosotros. Cristo quiere que tengamos vida eterna como ciudadanos del Reino de Dios, para que vivamos en presencia del que da la vida y la existencia a todas las creaturas.

Alejados de Dios no hay vida y los caminos que llevan a la muerte son fáciles de reconocer, porque están decorados con signos:
  • de muerte,
  • enfermedad,
  • depresión,
  • adicciones,
  • infecundidad y/o 
  • autosuficiencia.  

 Si te ves rodeado de estos signos vuelve al camino de Cristo.

3. Estamos hechos de buen barro.

Esforcémonos por conocer al Señor: su aparición es cierta como la aurora. Vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia de primavera que riega la tierra». (Oseas 6,3)

Dios nos formó y sopló vida en nosotros.  Así como el sol y el agua permiten que la tierra sea fecunda, así la gracia de Dios derramada como agua sobre cada uno de nosotros nos posibilita para dar fruto y tener vida nueva, renovada. 

Dios ilumina, sostiene, da fecundidad y sentido a nuestras vidas.

Petición final

Te pedimos Madre Santísima, Estrella de la mañana, que así como das constancia de la aurora, nos indiques también con claridad el camino que debemos de seguir, para vivir como verdaderos cristianos, fieles devotos de tu Hijo Jesucristo y testigos de su resurrección, mediante la abundancia de alegría y esperanza que desborden de nuestros corazones. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

lunes, 17 de junio de 2013

#190: Cuando sea rico

Si eres como yo, de seguro tienes planes para cuando seas rico. Si en cambio, tú ya eres muy rico, probablemente tienes planes para acrecentar tu riqueza.

La riqueza en primera instancia parece muy atractiva, pero conlleva el riesgo de la relajación moral y la condenación eterna.  Esa riqueza que nos elude también nos seduce con la promesa de mitigar el sufrimiento y multiplicar el placer en nuestra vida terrenal. 

Sin embargo, Dios tiene otros planes para ti y para mí, que no dependen de la riqueza, sólo dependen de:
  • la disposición personal y
  • la acción de la gracia santificante en cada uno de nosotros.

Dios de hecho nos pide:
  • renunciar a la riqueza,
  • aceptar el sufrimiento y
  • gobernar nuestras potencias* con las virtudes.

¿Por qué me pide Dios que renuncie a la riqueza? Por mi propio bien, pues el plan de Dios es mi felicidad eterna.  Para conocer el plan de Dios tengo que escuchar su Palabra.

Recordemos estas palabras de Cristo:

El que recibe la semilla entre espinas es el hombre que escucha la Palabra, pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas la ahogan, y no puede dar fruto. (Mt. 13,22)

Esta reflexión está basada en el segundo capítulo del libro del profeta Oseas. Te invito a pedir ayuda al Espíritu Santo antes de continuar con esta reflexión.

Puntos de reflexión

1. Claridad

Por eso voy a obstruir su camino con espinas, la cercaré con un muro, y no encontrará sus senderos. (Oseas, 2,8)

Si abandonas las buenas costumbres para obtener ganancias, perderás claridad en todo y para todo. Dios en su misericordia pondrá más obstáculos en tu camino para desacelerar tu rumbo hacia la perdición, en espera de que recapacites y corrijas tu rumbo.
 
¿Y cómo podré corregir el rumbo con tanto obstáculo?

Siempre podrás voltear hacia arriba y pedir a Dios, que está en lo alto, que te rescate, pues Él ya murió por ti. El rescate está pagado.

2. Desprendimiento

Por eso, yo la seduciré, la llevaré al desierto y le hablaré de su corazón. (Oseas, 2,16)

Dios seduce más que la riqueza, pues su bondad y su misericordia son casi irresistibles. Si no fuera porque Dios nos ama en libertad, no podríamos alejarnos de Él. 

Tú tienes un vacío que sólo Dios lo llena, pero primero hay que desprenderse de las preocupaciones y las riquezas, o del deseo de tenerlas, para que Dios venga a llenarlo todo.

 Ejercicio (acto) de desprendimiento:

Pospón por el día de hoy tu plan para cuando seas rico. Déjalo a un lado. Y pregunta a Dios en oración:

¿Cómo te puedo servir hoy Señor? Habla que tu siervo escucha (1 Sam 3,10).

Repítelo mañana.

3. Fidelidad

Te desposaré en la fidelidad, y tú conocerás al Señor. (Oseas 2,22)

Dios quiere hacer un vínculo eterno de fidelidad y amor contigo para que le conozcas, le ames y permanezcas unido a Él en adoración y plenitud perpetuas. Así podrás ver a Dios claramente; amarle y gozarte.

Petición final

Madre Santa, Virgen de la Caridad,
modelo terminado de ser humano,
que Dios nos ha regalado para imitarte humildemente,
y mantenernos así en el camino seguro a Jesús.
Mira nuestra vida rodeada de espinas.
Mira nuestros senderos con tantos obstáculos,
que nos lastiman al caminar.
Apiádate Madre de nosotros tus hijos,
y apresúrate en traernos el remedio eficaz.
Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor y Salvador.
Amén.

*nuestras potencias espirituales son la inteligencia y la voluntad