martes, 21 de diciembre de 2010

#75: Navidad es tiempo de hospitalidad

La cena de Navidad requiere de muchos preparativos motivados por el gusto y la alegría de convivir juntos en familia. Los preparativos serían largos aquí de describir, pero seguro que cada familia tiene una tradición al respecto, y año tras año se repiten las recetas que todos anticipamos volver a probar.


Algo que no de faltar en cada familia es que alguien se encargue de invitar a los que están solos.  Hay que invitar a los familiares que no tienen familia propia para que ningún familiar pase solo la Nochebuena.


La reflexión de hoy está basada en un pasaje del libro de Jueces. La cita es Jueces 19, 11-21. Antes de leer te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz. 


Puntos de reflexión.


1. El hombre de Dios sale al mundo y se encuentra con todo tipo de personas, pero conviene que a una hora prudente, hacia el final del día, se resguarde a descansar entre los suyos. Los suyos son los que comparten su fe y sus tradiciones.
2. La Sagrada Escritura en este pasaje, por medio de la conducta del anciano, nos enseña que a pesar del cansancio que podamos tener después de trabajar todo el día, debemos seguir atentos a las oportunidades que Dios nos de para servir al prójimo.
3. Un hombre prudente debe de estar preparado para no dar molestias, pero a la vez debe de ser humilde y dejarse ayudar por los que tengan la buena voluntad de hacerlo. La vivencia de las virtudes precisamente depende de que unos tengan necesidad de dar y otros de recibir.  Por esta razón, igual ayudas cuando das que cuando pides, porque cuando das realizas una obra buena y cuando pides permites a otro realizar una obra buena que le sirva en su juicio final.


Pidamos a la Santísima Virgen María, casa de oro, que interceda por nosotros para que sepamos ensanchar nuestros corazones y saber compartir también la casa con el prójimo.


Gracias por hacer esta reflexión conmigo. Aquí se te aprecia y se te ama en Jesucristo. Tú eres el motivo de mi blog. Que Dios te bendiga. 


 Me encantaría saber que te deja esta reflexión. No te vayas sin dejar tus comentarios, tus propósitos, lo que quieras.

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