miércoles, 8 de diciembre de 2010

#68: Un mundo sin Dios es excluyente


Las mayores atrocidades de las que ha sido testigo la historia las han protagonizado hombres y mujeres que buscan construir sociedades sin Dios:
  • Los invasores mataron a los ciudadanos,
  • los colonizadores mataron a los indígenas,
  • los nazistas mataron a sus vecinos,
  • los comunistas mataron a sus patrones, y
  • las feministas mataron a sus hijos
El mundo sin Dios les parece pequeño y sienten la necesidad de reducir el número de humanos esperando que así haya más de todo para los que queden.  La justificación de estas matanzas se basa:
·        en el odio,
·        la venganza,
·        la libertad,
·        la supremacía militar o racial
·        y la ecología

Se les olvida que Dios creó al mundo de la nada y que bajo esta verdad el mundo es inagotable; basta que Dios lo quiera y Él puede proveer lo que haga falta para que el mundo continúe existiendo.

La lectura de hoy está tomada del libro de Jueces.   En este pasaje aparecen Jotám, Abimelec su hermano y los hombres de Siquém.  Jotám, el hijo menor de Gedeón, maldice a Abimelec porque mató a sus setenta hermanos y se proclamó rey.  Como Abimelec fue apoyado por los hombres de Siquém, entonces Jotám también los maldice a ellos. 

Pidamos ayuda al Espíritu Santo y continuemos con la lectura.

La fábula de Jotám
7 Cuando le llevaron la noticia a Jotam, este se puso en la cima del monte Garizim, y gritó con voz potente: «Escúchenme, señores de Siquem, y que Dios los escuche a ustedes:
8 Los árboles se pusieron en camino para ungir a un rey que los gobernará. Entonces dijeron al olivo: «Sé tú nuestro rey».
9 Pero el olivo les respondió: «¿Voy a renunciar a mi aceite con el que se honra a los dioses y a los hombres, para ir a mecerme por encima de los árboles?
10 Los árboles dijeron a la higuera: «Ven tú a reinar sobre nosotros».
11 Pero la higuera les respondió: «¿Voy a renunciar a mi dulzura y a mi sabroso fruto, para ir a mecerme por encima de los árboles?»
12 Los árboles le dijeron a la vid: «Ven tú a reinar sobre nosotros».
13 Pero la vid les respondió: «¿Voy a renunciar a mi mosto que alegra a los dioses y a los hombres, para ir a mecerme por encima de los árboles?».
14 Entonces, todos los árboles dijeron a la zarza: «Ven tú a reinar sobre nosotros».
15 Pero la zarza respondió a los árboles: «Si de veras quieren ungirme para que reine sobre ustedes, vengan a cobijarse bajo mi sombra; de lo contrario, saldrá fuego de la zarza y consumirá los cedros del Líbano».
16 Y ahora, díganme: ¿Han obrado ustedes con sinceridad al proclamar rey a Abimélec? ¿Se han portado bien con Ierubaal y con su familia, y lo han tratado como se merecía?
17 Mi padre combatió por ustedes, arriesgó su vida y los libró del poder de Madián,
18 y ahora ustedes se han levantado contra la familia de mi padre, han matado sobre una misma piedra a sus setenta hijos, y han proclamado rey de los señores de Siquem y Abimélec, el hijo de su esclava, aduciendo que es hermano de ustedes.
19 Si hoy han sido sinceros y leales con Ierubaal y su familia, que Abimélec sea para ustedes un motivo de Alegría, y ustedes para él.
20 De lo contrario, que salga fuego de Abimélec para devorar a los señores de Siquem y de Bet Miló, y que salga fuego de los señores de Siquem y de Bet Miló, para devorar a Abimélec.
21 Después Jotam huyó para ponerse a salvo, y se estableció en Beer, lejos de su hermano Abimélec.[1]

Puntos de reflexión.
1.     Los ateos hacen sus planes y proyectos sin consultar a Dios sin considerar como restan valor a las personas.  Una persona tiene una misión en la vida pensada por Dios desde la eternidad.  Cada quien tiene que encontrar su misión en la vida y cumplirla.  La misión que Dios tiene para cada persona es más dulce, fructífera y maravillosa que cualquier plan humano.
2.   Los planes de Dios siempre buscan incrementar la vida y el amor.  Los planes de los hombres tienen un horizonte limitado y sólo contemplan la manera de repartir lo que ven sus ojos.  Los planes de Dios son incluyentes para toda la raza humana, mientras que los planes de los hombres tienen un número limitado de beneficiarios.
3.   Aléjate de las personas que te recomiendan perjudicar a tus hermanos.  Esas personas buscan un mundo sin Dios, un mundo excluyente.

Oremos a María y pidamos su intercesión hoy que celebramos su fiesta, para que nos enseñe a tener un corazón incluyente como el de ella que es madre de Dios y de todos los hombres.

Gracias por hacer esta reflexión conmigo. Aquí se te aprecia y se te ama en Jesucristo. Tú eres el motivo de mi blog. Que Dios te bendiga. Me encantaría saber que te deja esta reflexión. No te vayas sin dejar tus comentarios, tus propósitos, lo que quieras.


[1]   Jc,  9,   7-21

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