viernes, 30 de diciembre de 2011

#151: Dios es mi consuelo

Cuando lloras de tristeza necesitas consuelo.  Cuando sufres necesitas saber el sentido de tu sufrimiento.  Cuando fracasas necesitas esperanza para volverlo a intentar. Eso que a veces sientes como un nudo en la garganta o una carga que te oprime el pecho se alivia con consuelo, no con medicinas.


¿Dónde buscas consuelo cuándo lo necesitas? 


Hay consuelos materiales, como comerse un helado, que aligeran la pena por un rato pero no la quitan.


Hay personas que nos pueden consolar, y son bien intencionadas en su mayoría, pero ellas también aprovechan para descargar sus penas y a veces terminas tú teniendo que consolarlas.


El Espíritu Santo es el mejor consolador y consejero; búscalo:

  •  en el sagrario,
  •  en la oración,
  •  en los sacramentos y
  •  en la Biblia.

Ten la confianza de que sí buscas su consuelo lo tendrás porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá. (Mt. 7,8)


La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que narra una exhortación de Isaías hacia la confianza en Dios ante la violencia y las adversidades. La cita es Isaías 51, 1-23. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.


Puntos de reflexión.


1. El consuelo de Dios transforma el dolor en alegría

Sí, el Señor consuela a Sión, consuela todas sus ruinas: hace su desierto semejante a un Edén, y su estepa, a un jardín del Señor. Allí habrá gozo y alegría, acción de gracias y resonar de canciones. (Is. 51,3)

No hay situación, por más desesperada que no pueda transformarse para bien por obra de Dios. La pena, la angustia, la tristeza y la desesperación que pueden asaltarte en cualquier día tienen remedio en Dios. Dios es el fin del sinsentido y la oscuridad. Dios es el principio de la plenitud y de la luz.

2. No temas, pues Dios vive en tu corazón

¡Escúchenme, los que conocen la justicia, el pueblo que tiene mi Ley en su corazón! No teman el desprecio de los hombres ni se atemoricen por sus ultrajes (Is. 51,7)

Salir de la casa desprotegido, sin abrigo ni zapatos, sin llaves, sin celular y sin dinero es algo que todos evitamos. Antes salimos lo mejor preparados para regresar con bien.  Si la vida entera es como una casa, antes de salir debemos estar bien preparados con el corazón lleno de Dios y de sus obras.  Si estás con Dios tu vida puede acabar hoy y sabes que te espera una vida mucho mejor.

Si te va bien en tu día da gracias a Dios, y si tu prójimo te hace sufrir también da gracias a Dios, porque Él así dispuso mejor para el bien de tu crecimiento espiritual.  Puedes orar como Cristo en Getsemaní: «Padre, si quieres, aleja de mí este cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya» (Lc 22,42).

3. Dios quiere consolarte más seguido.

¡Soy yo, soy yo el que los consuelo! ¿Quién eres tú para temer a un mortal, a un hombre frágil como la hierba? (Is. 51,12)

Te invito a que si necesitas consuelo recurras a Dios como primera opción.  No saldrás defraudado.  Dios quiere salir a tu encuentro y llevarte consuelo, gracia y bendición.  Dios contigo te hará mucho bien y seguro llevarás beneficio a tu familia.


Petición final.


María Santísima, Consoladora de los Afligidos, te pedimos que por tu intercesión recibamos de Dios un bálsamo de plenitud que dé gran consuelo a nuestra alma y nos llene de gozo, para que llenos de su Espíritu podamos pregonar la verdad de sus bondades. Por Jesucristo Nuestro Señor, Amén.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

#150: El nasciturus ya tiene alma

En el momento de la concepción humana se unen tres elementos: dos físicos y uno espiritual.  Un óvulo queda fecundado por un espermatozoide y ambos imbuidos de un alma.  Los tres elementos forman un ser único e irrepetible pensado por Dios desde siempre para comenzar a existir desde ese momento.

Una nueva vida humana comienza su historia personal y aunque todavía no tiene más que una célula, ya tiene una vocación. Dios ya tiene una misión para esa alma que Él sembró. Este nuevo ser es un hermano de Cristo en potencia y está pensado por Dios para la plenitud y la vida eterna.

Dios tiene un cariño especial para ese nuevo ser que se desarrolla en el vientre de su madre, y nos bendice por todo lo que hagamos por el bien de ese nuevo ser, como si lo hiciéramos por Dios mismo. Por eso Jesucristo, predicando acerca de las obras de misericordia, nos aseguró que: "cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo" (Ver. Mt. 25,40)

La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que narra una profecía de Isaías en torno a la encarnación del Mesías. La cita es Isaías 49, 1-26. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.

Puntos de reflexión.

1. Dios llama a la existencia y todo ha sido creado por su Palabra.
¡Escúchenme, costas lejanas, presten atención, pueblos remotos! El Señor me llamó desde el seno materno, desde el vientre de mi madre pronunció mi nombre. (Is. 49,1)

El seno materno es un portal en donde el mundo físico y el espiritual se funden para crear una nueva vida humana.  Allí Dios me llamó a la existencia y comenzó mi historia personal. ¡Bendito sea el vientre de mi madre que fue visitado por Dios!

2. El maravilloso misterio de la dignidad humana.

Y ahora, ha hablado el Señor, el que me formó desde el seno materno para que yo sea su Servidor, para hacer que Jacob vuelva a él y se le reúna Israel. Yo soy valioso a los ojos del Señor y mi Dios ha sido mi fortaleza. (Is. 49,5)

Cada ser humano sin importar sus circunstancias tiene dignidad. Sabemos que entre más escaso es un objeto es más valioso.  ¿Qué valor tiene un ser único e irrepetible impregnado con un alma y llamado a una vocación específica desde la eternidad?  Tiene un valor incalculable al que mejor llamamos dignidad humana.  Cada ser humano representa a Cristo y lo bueno que hagamos por el o ella trasciende a la vida eterna.

3. La compasión por el nasciturus nos asemeja a Dios.

¿Se olvida una madre de su criatura, no se compadece del hijo de sus entrañas? ¡Pero aunque ella se olvide, yo no te olvidaré! (Is. 49,15)

Herodes ordenó matar a los niños menores de dos años en Belén para así acabar con la amenaza de un bebé Mesías que había de nacer según los profetas por ese tiempo.  A estos bebés mártires los recordamos como los santos inocentes.  Hoy en día miles de bebés son asesinados antes de nacer porque falta quien se compadezca de ellos.

Petición final.

Pidamos a María Santísima, Virgen digna de alabanza, que por medio de su intercesión todos los bebés que han de nacer nazcan, para que se les permita responder al llamado de Dios y ser testigos entre nosotros de su bondad y alegría. Amén.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

#149: Oración en Belén


Amado Jesucristo,

Gracias por hacerte pequeño y presente, primero en el vientre sagrado de tu Madre Santísima y ahora aquí en Belén

Vengo a visitarte y me pongo de rodillas en adoración ante ti, con el corazón abierto para que te sirva de pesebre. Entra Niño Jesús en mi vida y pártela como partiste la historia en un antes y un después. No permitas que me separe de ti para gozar de tu amistad desde aquí hasta la eternidad.

Gracias Señor porque has escuchado mi oración y ya has pensado cómo bendecirme. 

Tu pie cabe en mi mano pero tu misterio me supera. ¿Como es posible tanto amor? Gracias Dios mío.

martes, 6 de diciembre de 2011

#148: Beneficios de la piedad en el alma

El alma piadosa cosecha estos y otros beneficios:

  • Instrucción
  • Dirección
  • Providencia y
  • Paz

El alma instruida saca mayor provecho de todas las oportunidades que la vida le presenta.


El alma dirigida evita caer en el error y complace mejor a su Dios.


El alma proveída tiene lo necesario para seguir en su camino hacia la plenitud.


El alma en paz es feliz.


Por lo tanto la piedad es la virtud que te mueve a permanecer cerca del manantial para sacar de Él el agua que llena de gracia y vida.  En cambio el impío no se baña ni se acerca a esta fuente infinita de gracia. El impío no respeta lo sagrado ni le asigna su justo valor.  Sin embargo, también el impío es prójimo.


La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que narra una exhortación de Isaías a vivir la piedad en la relación con Dios y con el prójimo. La cita es Isaías 48, 16-22. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.


Puntos de reflexión.


1. Dios quiere instruirme y dirigirme si yo me dejo.
Así habla el Señor, tu redentor, el Santo de Israel: Yo soy el Señor, tu Dios, el que te instruye para tu provecho, el que te guía por el camino que debes seguir. (Is. 48, 17)

Desde el principio Dios procuró bajar cada día al jardín del Edén para caminar y conversar con el hombre y la mujer. El plan de Dios siempre ha sido salir al encuentro del hombre. Hoy también Dios sigue haciéndolo y sale a tu encuentro. Dios quiere enseñarte su plan original. ¿Acaso no percibes, orden, armonía y maravilla en la Creación? Tú también eres criatura, pero con un regalo adicional: la libertad. Eres libre para gastar el tiempo que te queda como tu quieras, pero Dios tiene un mejor plan para ti, un plan que te asegura la felicidad para siempre.

2. Confía en Dios y en su providencia.
Ellos no sufrieron sed, cuando los llevaba por los desiertos: él hizo brotar para ellos agua de la roca, partió la roca y fluyeron las aguas. (Is. 48, 21)

Si no lo recuerdas ellos eran más de seiscientas mil personas que durante cuarenta años no tuvieron escasez ni de agua ni de comida. Ninguna expedición humana ha logrado movilizar a tanta gente por tanto tiempo. Sin embargo, Dios si puede proveer incluso en medio del desierto todo lo necesario para vivir. Toma conciencia de esta verdad para que sepas que siempre hay tiempo para Dios y que primero hay que ver por las necesidades espirituales.

3. Aprende a buscar la paz en el lugar correcto.

Pero no hay paz para los impíos, dice el Señor. (Is. 48, 22)


Dios es la fuente de paz. Procura los sacramentos, la oración en todos sus tipos y la lectura espiritual. Cuida tus sentidos y tu imaginación de todo estímulo que te arrebate la atención que mejor está enfocada en Dios. Vive la piedad más perfecta a través de la adoración a Dios y el amor al prójimo; amor traducido en servicio, bondad, intercesión, perdón y paciencia.


Petición final.


Pidamos a María Santísima: clemente, piadosa y dulce virgen, que bañados por la gracia santificante y purificados por el Espíritu Santo podamos vivir siempre en paz, guiados por la mano de Dios y atentos a su voluntad. Se lo pedimos por el mismo Jesucristo Nuestro Señor que vive y reina con Dios Padre, por los siglos de los siglos. Amén.

lunes, 5 de diciembre de 2011

#147: ¡Yo te alabaré Señor!

Alabar a Dios significa:
  • Reconocer su naturaleza y sus obras.
  • Unir mi corazón con aquellas almas que ya lo ven en el cielo, y
  • Manifestarme como hijo suyo.
Alabar a Dios es un acto que hacemos con la ayuda del Espíritu Santo, sin el cual no podríamos ni siquiera reconocerle. Como dice San Pablo: Y nadie puede decir: «Jesús es el Señor», si no está impulsado por el Espíritu Santo. (1Cor. 12,3)


Una buena forma de aprender y hacerse experto en la oración de alabanza es rezar con un manual de oraciones en cuatro tomos para cada día del año que se llama:


Liturgia de las Horas


Otra forma sencilla pero eficaz es recitar el Magnificat que la Virgen exclamó como saludo a su prima Santa Isabel.


La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que narra una profecía de Isaías en torno a la salvación que nos trajo el Mesías. La cita es Isaías 43, 1-28. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.


Puntos de reflexión.


1. Tú vales mucho para Dios.

Porque tú eres de gran precio a mis ojos, porque eres valioso, y yo te amo, entrego hombres a cambio de ti y pueblos a cambio de tu vida (Is. 43,4)


Dios te ama. ¿Cuál es tu respuesta? No te quedes solo en pedirle cosas; alábalo.


2. Dios te ha elegido.

Ustedes son mis testigos y mis servidores –oráculo del Señor–: a ustedes los elegí para que entiendan y crean en mí, y para que comprendan que Yo Soy. Antes de mí no fue formado ningún dios ni habrá otro después de mí. (Is. 43,10)


Estamos inundados de fe para dar testimonio al prójimo de lo que Dios ha hecho en nuestras vidas, y para servirlos a ambos.  Dios te ha elegido para que la fe te sea palpable, ahora ayuda a tus hermanos que no tienen ese don y acércalos a Dios con caridad.


3. Dios te "hidrata" con su gracia

Me glorificarán las fieras salvajes, los chacales y los avestruces; porque haré brotar agua en el desierto y ríos en la estepa, para dar de beber a mi Pueblo, mi elegido, el Pueblo que yo me formé para que pregonara mi alabanza. (Is. 43,20-21)

Dios suscita testigos, apóstoles y predicadores para dirigir las oraciones comunitarias y animar a los corazones tibios y aún a los más fríos.  Una persona con fe puede transformar a toda la sociedad para Dios.


Pidamos a María Santísima, Virgen digna de alabanza, que nos enseñe a rezar como en su Magnificat la oración de alabanza que nos transforme el corazón para bendición nuestra y de nuestras familias. Amén.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

#146 ¡Es Cristo que viene!

En este tiempo de Adviento, Cristo quiere venir para abrir los ojos de los ciegos, para hacer salir de la prisión a los cautivos y de la cárcel a los que habitan en las tinieblas. (Is. 42,7).  Ciego en el sentido espiritual es aquel que no puede ver por las escamas que el pecado ha colocado en sus ojos, en otras palabras, ciego es el que ha desaprovechado el don de entendimiento y vive sin ver la vida desde Dios.


El ciego es preso de sus pecados y vive en una cárcel de amargura y soledad, sin darse cuenta que él mismo tiene la llave para salir de su prisión.  El mismo tiene el interruptor para encender la luz. Basta con abrir tu corazón a Dios y dejar que te purifique.


La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que narra una profecía de Isaías hecha en el Siglo VIII a.C., en torno a la venida del Mesías. La cita es Isaías 42, 1-25. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.


Puntos de reflexión.


1 Profecía de la epifanía de Jesucristo.

Este es mi Servidor, a quien yo sostengo, mi elegido, en quien se complace mi alma. Yo he puesto mi espíritu sobre él para que lleve el derecho a las naciones. (Is. 42, 1)


Siglos más tarde desde el cielo bajará una paloma y se oirá la voz de Dios repitiendo la esencia de este mensaje. (Ver. Lc. 3,22) Cristo viene enviado por Dios para hacer mejor todas las cosas.


Esta cita es a la vez un excelente plan de vida:

  • Servir a Dios (Este es mi Servidor)
  • Vivir de su providencia divina (a quien yo sostengo)
  • Responder a la propia vocación (mi elegido)
  • Dar gloria a Dios (en quien se complace mi alma)
  • Vida sacramental (Yo he puesto mi espíritu sobre él)
  • Apostolado (para que lleve el derecho a las naciones)


2 Profecía de la encarnación de Jesucristo

Yo, el Señor, te llamé en la justicia, te sostuve de la mano, te formé y te destiné a ser la alianza del pueblo, la luz de las naciones, (Is. 42,6)


Siglos más tarde, después del anuncio del Arcángel Gabriel a María de Nazaret, sabemos que ella concibió al Hijo de Dios. 
(Ver Lc. 1,31)


Cristo viene a instaurar la nueva alianza. Esta alianza es un pacto de fidelidad y bendición. A nosotros nos toca ser fieles y a Dios bendecirnos. Esta nueva alianza no es ya exclusiva de un pueblo elegido, sino que es ahora para todas las naciones.


Cristo viene también para guiarnos con la luz del Espíritu Santo por el camino a la felicidad. La vida de gracia mantiene la luz encendida para que no nos desviemos ni a la derecha ni a la izquierda del camino.

3 Profecía de la pasión de Jesucristo

 «Yo permanecí callado mucho tiempo, guardé silencio y me contuve; ahora gimo como una parturienta, me sofoco y estoy jadeante. (Is. 42, 14)

Siglos más tarde, Cristo será juzgado, condenado y torturado hasta la muerte, a fin de salvarnos y reunirnos a todos en torno a su Sagrado Corazón. (Ver Jn. 12, 32)


Cristo viene a morir por mis pecados. El sacrificio de Cristo más mi conversión y vida cristiana me permitirán acceder al cielo. Sin su sacrificio infinito no habría méritos suficientes en toda la humanidad para lograr la salvación.  


Infinito + 1 = salvación eterna* 


*Súmate también tú a esta ecuación de amor.


Pidamos a María Santísima, Madre del Salvador, que movidos por la Buena Noticia de la venida de Cristo, podamos abrir nuestro corazón a Dios y purificados por su amor, vivamos fielmente la vida que más frutos pueda rendir. Amén.

martes, 22 de noviembre de 2011

#145: De libertad y libertadores

La libertad que quiero es la posibilidad de ser feliz, porque si soy libre, pero no soy feliz, entonces estaré atado a mi tristeza, y no tendré verdadera libertad.  La libertad verdadera es condición esencial para que el ser humano sea plenamente feliz.


Quiero ser libre de:

  • la opresión,
  • la injusticia,
  • la violencia,
  • los vicios,
  • el pecado,
  • el error y
  • la muerte (el infierno).

Para ser verdaderamente libre requiero un libertador, porque sin alguien que me libere no puedo realizarme como persona.  Todos necesitamos un libertador, pues no somos autosuficientes, ni al nacer ni al crecer, ni siquiera al envejecer.


Los primeros libertadores son los propios padres, después los maestros, los directores espirituales y los líderes de la sociedad.  Todos estos libertadores son imagen imperfecta del único libertador  verdadero que es Dios Nuestro Señor.  


Dios nos libera si nos acercamos a Él y pedimos su ayuda. Sólo así podemos aspirar a la libertad y la felicidad plena, porque la felicidad plena es la unión con Dios en su Iglesia.

La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que narra una profecía de Isaías en torno a la venida del libertador que liberará al pueblo de Israel. La cita es Isaías 41, 1-5. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.


Puntos de reflexión.


1. Un rey guerrero se aproxima y liberará al pueblo escogido.

¿Quién suscitó desde el Oriente a aquel a quien la victoria le sale al paso? ¿Quién le entrega las naciones y le somete a los reyes? Su espada los reduce a polvo, su arco, a paja que se avienta. (Is. 41, 2)

El pueblo judío en este pasaje de la Biblia vive esclavizado en Babilonia y Ciro ha sido enviado por Dios para liberarlos.  Ya no tendrán que vivir sometidos a un emperador pagano ni serán obligados a adorar a falsos dioses.  El pueblo judío podrá regresar a Jerusalén y adorar al verdadero Dios en el templo, como lo hicieron sus antepasados.


Dios quiere que los hombres de todos los tiempos y épocas vivamos libres para encontrarnos con Él y relacionarnos con Él, y por eso la libertad de conciencia y la libertad de religión son derechos humanos fundamentales, acordes a nuestra dignidad y esencia;  valóralos y defiéndelos.

2. Este rey guerrero no es el Mesías.

El los persigue y pasa sano y salvo, sin tocar el camino con sus pies. (Is. 41, 3)

Ciro es el libertador que pueden reconocer por sus victorias y porque no sigue la religión de los judíos; no "toca" el camino.  La libertad que Ciro ofrece es, en el mejor de los casos, parcial y muy probablemente representa el cambio de un tirano por otro.  Ciro es más de lo mismo, pero al menos bajo su reinado podrán regresar a Jerusalén.

No confundamos al Mesías con otros libertadores.  El Mesías no es un libertador cualquiera.  Al Mesías lo reconocemos porque sigue el camino sin desviarse a la derecha ni a la izquierda, y a la vez, Él es el camino.


El Mesías es Cristo, y Él es el único libertador que me puede otorgar la libertad plena.

 3. El verdadero redentor será Dios mismo, el Santo de Israel.

¿Quién obró así, quién hizo esto? El que llama a las generaciones desde el principio, yo, el Señor, el Primero, y que seré el mismo al final. (Is. 41, 4)

La liberación es obra de Dios.  Él nos llama a ser verdaderamente libres y a entrar en comunión con Él.  Dios es Señor y nunca esclavo. Dios es el mismo hoy y siempre: perfecto, inmutable, verdadero, justo, misericordioso, amoroso y providente.


Pidamos a María Santísima, Madre de Cristo, que nos enseñe a someternos a Dios y a renunciar a nuestra propia voluntad, a fin de que libres ya de toda atadura, podamos vivir plenamente nuestra vocación de ser imagen y semejanza divina. Amén.

jueves, 17 de noviembre de 2011

#144: De la esperanza a la fortaleza

¿De donde saco fuerzas para continuar en mí camino? Si no tengo esperanza de llegar a mí destino, bien podría dejar de caminar, pero si mi esperanza está viva entonces continúo caminando.


La esperanza es la base de la fortaleza y la fortaleza es la determinación y la voluntad para continuar a pesar de las adversidades.


La fortaleza es don del Espíritu Santo y sale a relucir:

  • en los mártires,
  • en los matrimonios unidos y
  • en los santos que soportan las pruebas.



La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que narra una predicación de Isaías acerca de la relación entre el hombre y Dios su creador. La cita es Isaías 40, 27-31. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.


Puntos de reflexión.


1. No estamos solos en el camino.

¿Por qué dices Jacob, y lo repites tú, Israel: «Al Señor se le oculta mi camino y mi derecho pasa desapercibido a mi Dios? (Is. 40, 27)

Dios nos conoce y nos acompaña, sabe de dónde venimos y a dónde vamos.  Cada uno de nosotros tenemos derecho a recibir los dones del Espíritu Santo por el bautismo.  Nunca pienses que todo depende solo de ti y de tus fuerzas. Dios te da la misión y los medios para cumplirla.

2 Dios actúa en cada uno.

El fortalece al que está fatigado y acrecienta la fuerza del que no tiene vigor. (Is. 40, 29)

El único alimento verdadero para el alma es de carácter espiritual, y por eso Dios, que es espíritu, se da a sí mismo como alimento para revigorizarnos a través de la recepción de la Eucaristía.  Procura este alimento espiritual y tendrás salud de alma y cuerpo, durante el tiempo necesario para cumplir tu misión en la vida.

3 Renovados en Dios alcanzamos metas más altas.

Pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, despliegan alas como las águilas; corren y no se agotan, avanzan y no se fatigan. (Is. 40, 31)



Eres por el bautismo hijo de Dios en toda su dignidad.  No tengas miedo de llegar al lugar que Dios te pide que vayas. Dios te da la fuerza, tú sólo tienes que mantener la mirada en la meta; tú sólo tienes que mantener viva la esperanza.


Pidamos a María Santísima, Virgen fiel, que renovados por la Eucaristía y fortalecidos en la esperanza, vivamos con el corazón henchido de amor a Dios y al prójimo, a fin de que vivamos gozosos en el cumplimiento diario de nuestra misión. Amén.

lunes, 14 de noviembre de 2011

#143: ¿Qué sabemos de Dios?

Sabemos que Dios existe y que Él es la fuente de todo amor puro y conocimiento verdadero.  Por gran fortuna, el único Dios que existe en este y cualquier otro universo es el mejor Dios que pudimos tener. Dios es el mejor porque se hace presente y nos reúne en torno suyo, ya que nos ama y le pertenecemos.  En su cercanía y presencia se disipa toda duda y confusión; la naturaleza de las cosas y su sentido se vuelven claras.


Dios es un misterio maravilloso y una revelación fenomenal.  Dios es el protagonista principal en la historia de la humanidad y a la vez respetuoso de nuestra libertad. Dios nos acompaña a cada uno en la propia experiencia de vivir y endulza todos los momentos amargos.


Dios es el principio, el fin y el sentido de nuestra vida.


La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia en el que Isaías describe la grandeza de Dios y nos ayuda a vislumbrar algunos de los dones que podemos esperar de Él. La cita es Isaías 40, 9-17. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.


Puntos de reflexión.


1. Súbete a una montaña elevada, tú que llevas la buena noticia a Sión; levanta con fuerza tu voz, tú que llevas la buena noticia a Jerusalén. Levántala sin temor, di a las ciudades de Judá: «¡Aquí está tu Dios!». (Is. 40,9)


Dios es la mejor noticia en toda la creación.  El nos regala la conciencia para entender su voz y se hace presente de mil maneras, incluso se hizo hombre como nosotros.  Dios en el seno de la virgen durante nueve meses, Dios en la pobreza, en el exilio, en el anonimato, en su vida pública, en la persecución política y religiosa, en la crucifixión y muerte, y Dios en la resurrección y ascensión al cielo. Dios en la Eucaristía se ha quedado con nosotros.

2. Como un pastor, él apacienta su rebaño, lo reúne con su brazo; lleva sobre su pecho a los corderos y guía con cuidado a las que han dado a luz (Is. 40,11)


Cristo predicaba con las palabras de la Sagrada Escritura para que le reconociéramos todos los hombres de todos los tiempos como verdadero Dios. Cristo es el buen pastor, el que conoce a sus ovejas y sus ovejas lo reconocen.  Cerca de su corazón están los niños y está también muy al pendiente de las madres.


Dios pone en primer lugar a los más pequeños y a los más débiles.

3. ¿Con quién se aconsejó para que le hiciera comprender, para que le enseñara el sendero del derecho, para que le enseñara la ciencia y le hiciera conocer el camino de la inteligencia? (Is. 40, 14)


Se me ocurren dos respuestas a esta pregunta:

  • La primera que Dios es el más grande y que no necesitó de nadie.
  • La segunda que Dios es la Santísima Trinidad, tres personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo, que forman un solo Dios.  El Espíritu Santo: aconseja, enseña, y aclara los misterios de la fe.  El Espíritu Santo nos muestra el camino para llegar al cielo.
Pide al Espíritu Santo que te regale estos dones para que tú también puedas visualizar el camino y caminar por él sin desviarte ni a la derecha ni a la izquierda.


Pidamos a María Santísima, templo de la Santísima Trinidad, que movidos por la acción del Espíritu Santo, podamos proclamar a Dios y hacerlo presente a nuestros hermanos a través de la caridad y la alegría cristiana. Amén.

jueves, 10 de noviembre de 2011

#142: ¿Tiene caducidad la verdad?

No vale la pena seguir un camino que caduca ni practicar un método que se vuelve obsoleto.  No merece mi tiempo una ideología de moda ni una teoría que aspira a ley pero que se queda corta.


En cambio, el camino de Cristo soporta la prueba del tiempo y la ley de Dios es inmutable.  Esto sí merece mi tiempo.  La verdad verdadera no caduca por lo que no pierdo el tiempo sí voy tras ella.




La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que narra una profecía de Isaías en torno a la venida del Mesías. La cita es Isaías 40, 1-8. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.


Puntos de reflexión.


1. Hablen al corazón de Jerusalén y anúncienle que su tiempo de servicio se ha cumplido, que su culpa está paga, que ha recibido de la mano del Señor doble castigo por todos sus pecados.(Is. 40,2)


La verdad se distingue porque penetra el corazón y lo desborda.  Al desbordarlo se comunica a otros, no se puede contener. La verdad pone remedio a la tristeza que dejó el pecado y sus efectos, y llena de esperanza. Cristo es el camino y Cristo es la verdad.  El viene a salvarnos y a limpiar nuestros pecados para que podamos tener esperanza en una vida plena.


2. Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán juntamente, porque ha hablado la boca del Señor. (Is. 40,5)


Cristo es la palabra que sale de la boca del Señor, el Verbo encarnado.  Cristo es la manifestación humana y divina de la gloria del Señor.


Aquellos que se preparen para recibir la verdad lo van a reconocer como verdadero y único Dios.  Para estar preparados necesitamos renunciar al pecado, porque el pecado ciega y acota el razonamiento, limita el cerebro a lo que percibe por sus sentidos y su imaginación, al tiempo que pierde sensibilidad espiritual.


3. La hierba se seca, la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre». (Is. 40,8)


Todo pasa pero Dios permanece y todo lo que Él nos ha enseñado tiene vigencia eterna.  La palabra de Dios nunca caduca. No tengas miedo de creer en su palabra.


Pidamos a María Santísima, que animados por la fe, nunca nos falte el alimento diario de la Palabra de Dios. Así sea.

lunes, 31 de octubre de 2011

#141: ¿Cómo sé que Dios me escucha?

Santa María Magdalena
Dios escucha nuestras oraciones. Dios escucha todas nuestras oraciones, por muchas o pocas que sean, sin importar de quién vengan.  Dios escucha y entiende cada oración verbal, mental y/o emocional que le dirigimos, en cualquier idioma y momento del día.


Sabemos que Dios nos escucha porque Él mismo nos enseñó a orar y nos pidió que oráramos todos los días. Así como un padre bueno enseña a sus hijos cosas buenas, así Dios Padre nos enseña a orar, porque orar es bueno.


La oración es un acto por el cual elevamos nuestro corazón a Dios para que Él lo tome y lo transforme y le de facultades superiores que llamamos dones.  Estos dones nos humillan porque son mayores a nuestros méritos y nos llenan de alegría porque son respuesta pronta a nuestra oración.


Rey Ezequías
La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que narra la respuesta de Dios por medio del profeta Isaías a la súplica de Ezequías, rey de Judá. La cita es Isaías 37, 21-35. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.


Puntos de reflexión.


1. Isaías, hijo de Amós, mandó a decir a Ezequías: Así habla el Señor, Dios de Israel: Tú me has dirigido una súplica acerca de Senaquerib, rey de Asiria. (Is. 37,21)

Dios escuchó la oración del rey Ezequías, el cual pedía la intercesión divina para salvar a su pueblo ante la amenaza real de exterminio que Senaquerib, con su ejército de más de ciento ochenta y cinco mil soldados, planteaba.

Dios envió a Isaías para transmitir la respuesta al rey, en la que le aseguraba que la ciudad estaría a salvo de esta amenaza. El rey Ezequías creyó en el oráculo que le fue transmitido y no preparó un ejército para hacer frente a Senaquerib.

Cuando tengas un problema, coméntalo y consúltalo primero con Dios. Encomiéndate a Él con todo cariño y confianza.

2. Porque has temblado de rabia contra mí y tu insolencia ha subido a mis oídos, pondré mi garfio en tus narices y mi bozal en tus labios, y te haré volver por el camino por donde habías venido. (Is. 37, 29)

Senaquerib, el rey de Asiria, ha conquistado muchos pueblos y derrocado a sus falsos dioses, por lo que piensa hacer lo mismo con Israel, pero Dios tiene otro plan. Senaquerib perderá todo su ejército, antes que siquiera una flecha dañe la ciudad de Dios.

Los planes de Dios son diferentes a los planes de los hombres. El hombre hace planes de poder y dinero, pero estas cosas no sirven para ganar su salvación eterna. Dios hace planes para que el hombre se salve, pero siempre respetando su libertad por amor.

Tu mejor busca el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás se te dará por añadidura. (Mt. 6,33)

3. Se volverá por el mismo camino, sin entrar en esta ciudad –oráculo del Señor– (Is. 37,34)

Dios ya determinó que el rey de Asiria fracasará por su propio bien, así conocerá al verdadero Dios. La derrota de su ejército por intervención divina directa no dejará lugar a dudas que el Dios de Israel es verdadero. ¡Qué mayor bien que conocer a Dios!

La medicina de Dios para los soberbios y prepotentes es dura. El camino cristiano es el de la caridad humilde. Amamos y servimos con los dones que vienen de Dios y sin los cuales no podemos hacer nada meritorio a sus ojos.

Advocata nostra
Pidamos a María Santísima, abogada nuestra, que recoja nuestras oraciones y súplicas y que las presente como propias a su Hijo Jesucristo, para que viniendo de ella le agraden y lo muevan pronto a bendecirnos. Amén.

lunes, 24 de octubre de 2011

#140: La mejor noticia que he recibido en mi vida.

La salvación de Cristo por medio de la Iglesia es la mejor noticia que he recibido en mi vida.  No hay mala noticia que pueda opacar la redención, ni matar mi esperanza en una vida eterna plena, pues confío en la bondad de Dios y en su misericordia.


La redención es un hecho insuperable que conviene valorar en su justa medida, pero nos resulta difícil porque la redención tiene un valor infinito. ¿Cómo podemos valorar algo que tiene un valor infinito y su valor se canjea plenamente después de la muerte?


Para valorar la redención es preciso conocer a Dios y conocernos a nosotros mismos.  La redención es gratuita como el aire pero más valiosa de cara a nuestra vida eterna. Así como no quieres dejar de respirar, mucho menos debes dejar de contarte entre los redimidos.


Los redimidos somos los que:

  • sin merecerlo, amamos a Dios y le obedecemos.  
  • pecamos, pero pedimos perdón. 
  • amamos al prójimo y creemos  en Dios.



La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que narra una profecía de Isaías en torno a la vida pública del Mesías y la salvación que Él logrará para todos. La cita es Isaías 35, 1-10. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.


Puntos de reflexión.


1. Allí habrá una senda y un camino que se llamará «Camino santo». No lo recorrerá ningún impuro ni los necios vagarán por él; (Is. 35,8)


Cristo viene a indicarnos el camino santo, el camino para llegar al cielo, el camino para la unión plena con Dios. Quién mejor que Dios para indicarnos el camino que debemos de seguir para llegar a Él.  Esta gran noticia es acompañada de dos advertencias: los caminantes han de procurar la pureza y la sabiduría.


2. no habrá allí ningún león ni penetrarán en él las fieras salvajes. Por allí caminarán los redimidos, (Is. 35,9)


Cristo protege a los redimidos del peligro y de la muerte espiritual.  Los redimidos no debemos tener miedo, debemos vivir confiados en Cristo.  El camino por el que ya pasamos estuvo colmado de amor por Dios y el camino que tenemos por recorrer estará igual.


A veces el camino parece solitario, porque los rebeldes y los salvajes no nos acompañan, pero no estamos solos, hay muchos santos caminando el mismo camino y muchos más que ya lo caminaron; además Dios está con nosotros y nunca nos abandona.  Conviene por esto mantener una actitud abierta hacia las nuevas amistades que Dios pondrá en tu camino.


3. volverán los rescatados por el Señor; y entrarán en Sión con gritos de júbilo, coronados de una alegría perpetua: los acompañarán el gozo y la alegría, la tristeza y los gemidos se alejarán. (Is. 35,10)


Esta es una imagen del momento en el que entrarás en el cielo, "coronado de una alegría perpetua"  La mejor noticia es que Cristo te ha redimido y este boleto para entrar al cielo ya lo pagó por tí.  Ahora te toca a ti, no perder el boleto.


Pidamos a María Santísima, refugio del amor divino, que nos enseñe a vivir con pureza y sabiduría como santos alegres y sin temor al futuro, confiados que nuestro presente está en las mejores manos y nuestro destino es la gloria celestial. Amén.

lunes, 19 de septiembre de 2011

#139: ¿Cómo descubrir la presencia de Dios?



Dios omnipresente está en todas partes. 


¿Cómo es entonces que no lo puedes ver?
 No lo puedes ver porque Dios es espíritu increado, no es luz, energía ni materia alguna. 


 El ojo humano es un órgano que capta rayos de luz y los convierte en señales eléctricas que viajan por el nervio óptico hacia el cerebro, por lo tanto debemos utilizar algo más que los ojos para descubrir la presencia de Dios.


Dios está presente de manera especial en:

  • la Eucaristía,
  • la Biblia,
  • el confesor,
  • el celebrante,
  • en cada uno de los fieles y
  • en medio de las personas que se unen en oración.

Puedes descubrir a Dios:


  • Contemplando las maravillas del universo y la belleza de un alma bondadosa y pura. 
  • En la ayuda que recibes y en las penas que dan mejor forma a tu espíritu. 
  • En las vidas de los santos y en la providencia y bendición que tú has aprovechado.


Varios miles de personas tuvieron la suerte de ver con sus propios ojos a Dios encarnado, a
l comienzo de la era cristiana. Desde entonces la historia se dividió en dos, antes y después de Cristo. Ahora tenemos que esperar para verlo, pero podemos gozar de su presencia todos los días.

La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que narra una profecía de Isaías en torno a la venida del Mesías. La cita es Isaías 30, 19-26. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.


Puntos de reflexión. 


1. Cuando el Señor les haya dado el pan de la angustia y el agua de la aflicción, aquel que te instruye no se ocultará más, sino que verás a tu maestro con tus propios ojos.


Isaías profetiza la encarnación de Dios. Dios se hizo hombre y enseñó en el templo, y en todos los lugares y ocasiones en las que la multitud se reunía a escucharle. Si sientes angustia o aflicción no pierdas la esperanza, porque tu alma está preparándose para descubrir la presencia de Dios. Estas viviendo tu huerto de los olivos: dobla la rodilla y ponte a rezar, comparte tus sufrimientos con Dios y entrégate a su santa voluntad. (Ver Mt 26,39) Dios no tardará en ayudarte.


2. Tus oídos escucharán detrás de ti una palabra: «Este es el camino, síganlo, aunque se hayan desviado a la derecha o a la izquierda».


Cristo cumple la profecía de Isaías cuando dice: "Yo soy el camino, la verdad y la vida..."(Jn, 14,6) Él es el camino y viene a convocar a todos a seguirlo, sobre todo a los que se han desviado del camino, a todos los pecadores. Cristo nos invita a seguirlo. Ya no tenemos a Cristo encarnado con nosotros, porque como El mismo nos enseñó, convenía que así fuera para que viniera el Espíritu Santo a morar en cada uno de nosotros. (Jn, 16,7)  El Espíritu Santo es el mejor maestro.


3. Tendrás por impuros a tus ídolos recubiertos de plata y a tus estatuas enchapadas en oro; los arrojarás como inmundicia, y les dirás: «¡Fuera de aquí!». El Señor te dará lluvia para la semilla que siembres en el suelo, y el pan que produzca el terreno será rico y sustancioso. Aquel día, tu ganado pacerá en extensas praderas. Los bueyes y los asnos que trabajen el suelo comerán forraje bien sazonado, aventado con el bieldo y la horquilla. En todo monte elevado y en toda colina alta, habrá arroyos y corrientes de agua, el día de la gran masacre, cuando se derrumben las torres. Entonces, la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces más intensa –como la luz de siete días– el día en que el Señor vende la herida de su pueblo y sane las llagas de los golpes que le infligió.


Dios sabe lo que necesitamos y escucha nuestras oraciones. Dios también tiene peticiones. El quiere que sigamos a Cristo y que seamos fieles. A cambio nos ofrece: un trabajo próspero, lluvia, seguridad y salud. ¿Acaso no son estas algunas de las peticiones más comúnes que escuchamos en misa? Dios ya desde siempre sabe lo que anhelamos y necesitamos. En mi experiencia personal, Dios cumple más pronto con mis anhelos profundos que con mis oraciones, pues la mayoría de las veces no me atrevo a pedir lo que anhelo o no me conozco suficientemente bien, pero Dios sí me conoce y sabe hacerse presente.



Pidamos a María Santísima, Reina de la Creación, que nos enseñe a descubrir a Dios adentro de nosotros mismos y presente en el prójimo a fin de que nos respetemos, nos amemos y cuidemos unos de otros como Cristo nos enseñó. Amén.

lunes, 12 de septiembre de 2011

#138 ¿Qué significa compasión?



La palabra compasión aparece 87 veces en la Biblia y es más que un sentimiento, es una expresión del amor que vincula, fraterniza, auxilia y se alegra con el prójimo. La compasión es la empatía puesta en acción por amor.



Dios se compadece del hombre, tanto del santo como del pecador. Dios se compadece de sus ovejas extraviadas, de los enfermos y de los que han muerto. Dios se compadece de los que sufren y de los que ignoran. Dios se compadece y está dispuesto a morir por ti.



La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que transcribe una profecía de Isaías acerca de la crucifixión de Jesucristo. La cita es Isaías 30, 8-18. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.



Puntos de reflexión.



1. Porque este es un pueblo en rebeldía, son hijos mentirosos, hijos que no quieren escuchar la enseñanza del Señor.



La mentira no te aprovecha. La sinceridad es esencial para que a través de la confesión puedas limpiar todos los pliegues de tu alma. Para hacer una buena confesión es importante tener la costumbre de ser sincero, así cuando la gracia te toque su efecto se maximice.



2. Porque así habla el Señor, el Santo de Israel: En la conversión y en la calma está la salvación de ustedes; en la serenidad y la confianza está su fuerza. ¡Pero ustedes no lo han querido!



El hombre no puede perder de vista que la salvación es la empresa más importante de su vida. La conversión se trabaja cada día optando por Dios en cada oportunidad. El hombre de fe se sabe libre del capricho de la suerte por lo que no se angustia y no pierde la esperanza. El hombre de fe se sabe amado por Dios y así puede tener serenidad en el presente y confianza en el futuro. La alternativa es demasiado estresante para que la psicología humana lo pueda soportar en todo el ciclo de la vida. La fe por lo tanto favorece tu salud mental.





3. A pesar de todo, el Señor espera para apiadarse de ustedes; a pesar de todo, él se levantará para tenerles compasión; porque el Señor es un Dios de justicia. ¡Felices todos los que esperan en él!



Dios conoce la verdad porque ve más allá de nuestras mentiras. Dios sabe que nuestra incredulidad nos hace sufrir más de la cuenta. Dios se levanta en la cruz para que no dudemos y para que ante tanto amor nos despojemos de toda máscara. Ojalá que nosotros también como el centurión romano podamos reconocer al Hijo de Dios al contemplar la crucifixión y repitamos sus palabras: "Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios." (Mc. 15,39).





Pidamos a María Santísima, Rosa mística, que podamos conocer el aroma de la compasión, para que esta virtud nos mueva a enmendar todo aquello que esté a nuestro alcance hacer por el prójimo y por nuestra propia salvación, para gloria de Dios. Amén.

lunes, 22 de agosto de 2011

#137: La rebeldía nos aleja de Dios.

Che Guevara
Los rebeldes son proactivos pero en una forma destructiva que rompe con la convivencia. La proactividad sin reflexión previa tiene consecuencias negativas, en ocasiones irreversibles. Un cristiano debe por lo tanto ser prudente y trabajar por una mejor convivencia del ser humano para con:

  • Dios
  • consigo mismo,
  • con sus hermanos y
  • con la creación.



La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que narra una profecía de Isaías para los que buscaban una mejor vida en Egipto. La cita es Isaías 30, 1-5. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.


Puntos de reflexión.


1. ¡Ay de los hijos rebeldes –oráculo del Señor– que hacen planes sin cortar conmigo, que concluyen pactos contrarios a mi espíritu. añadiendo así un pecado tras otro!


Los hijos hacemos bien en poner en obra los planes de Dios y consagrarnos en espíritu a la unión con Él y con su Madre Santísima.  Debemos rechazar de tajo una vida de pecado y dejarnos seducir solo por su Sagrado Corazón.


2. El amparo del Faraón será su vergüenza y la protección a la sombra de Egipto, su confusión.


El poder y el dinero son peligros para el espíritu. Quien se entrega a estos o persigue estos bienes materiales pronto pierde la claridad que se requiere para encontrar la felicidad y el sentido de la vida. Si tienes estos bienes pide a Dios sabiduría para utilizarlos con rectitud y justicia. Si no los tienes dedícate por entero a trabajar por tu santidad personal, libre ya de toda atadura.


3. todos ellos serán defraudados por un pueblo que no sirve de nada, que no les aporta ayuda ni provecho, sino vergüenza y 
oprobio.


Ten cuidado con el que te ofrece la solución a tus problemas, sobre todo cuando parte de la solución implica que reniegues de tu fe o que pierdas la vida de gracia. Pon mejor tu confianza en Dios y en su providencia y no dejes que la necesidad te aleje de Dios sino al contrario, ofrécele tu sufrimiento y arranca de Dios la compasión que no tardará en llegar con bendiciones.


Pidamos a María Santísima, Reina de los mártires, que nos enseñe a vivir con la mansedumbre necesaria para someternos al plan de Dios y la fidelidad suficiente para que la gracia santificante siempre nos dé claridad.

jueves, 4 de agosto de 2011

#136: ¿Puede Dios convertir a todo un país?

Conversión de San Pablo
El Papa Benedicto XVI trabaja en la evangelización de todos los pueblos y naciones mediante la oración y la predicación de la Palabra. El no pierde la esperanza en la conversión de los países para Dios, ni se limita a trabajar tan solo por los fieles, sino que su labor es universal.


El Papa no trabaja solo, pues cuenta con la ayuda de todos los misioneros laicos y consagrados que dan testimonio de Dios, ahí donde Él los ha llamado a predicar.  Más importante que esta ayuda es la ayuda que el Papa recibe de la Virgen, los ángeles y la comunidad celestial de santos, pues todos ellos quieren ver que a Dios se le ame y se le de gloria.  Aún así todos ellos juntos no pueden más que el Espíritu Santo, es Dios mismo quien llama al corazón de los hombres y los invita a conocerlo y amarlo personalmente.


Para convertir a otros es esencial convertirnos a nosotros primero, con la ayuda del Espíritu Santo, a través de la lectura de la Biblia y la vida de oración.  Sabré si estoy convertido en la medida en que mi corazón busque más a Dios que a sus creaturas.  Después hay que provocar espacios y momentos en los que otros escuchen la Palabra para que comiencen o continúen en su proceso de conversión.


Obelisco en Heliopolis
La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que narra una profecía de Isaías en torno a la conversión de Egipto y de Asiria. La cita es Isaías 19, 16-25. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.


Puntos de reflexión.


1. El Señor se dará a conocer a los egipcios, y los egipcios conocerán al Señor en aquel día. Lo servirán con sacrificios y oblaciones; harán votos al Señor y los cumplirán.


Dios se da a conocer a través de su Palabra. El hombre que se encuentra personalmente con su Creador no puede quedar indistinto o indiferente.  Tras el encuentro, es preciso hacer un compromiso de santidad, pues esta es la única manera de pagar tantas bendiciones recibidas de Dios y el único camino a la felicidad verdadera. Vota por Dios y hazlo Rey de tu vida.


2. El Señor herirá a Egipto, pero sólo para sanarlo. Ellos se volverán al Señor, y él los escuchará y los sanará.


Este pasaje me recuerda varios dichos que he escuchado a lo largo de mi vida:

  • "Dios escribe derecho en renglones torcidos."
  • "Todo obra para bien de los que aman a Dios."
  • "Nada te turbe, nada te espante..."
  • "Dios aprieta pero no ahorca."
  • "Dios no te prueba por encima de tus fuerzas."

La pedagogía de Dios es singular por estar cargada de amor y providencia.  Dios conoce tus necesidades, tu camino y tu destino, así que solo Él puede y quiere darte la medicina, el alimento y el remedio para procurar que tu final sea feliz. ¡Qué mejor remedio que la Eucaristía!


3. Aquel día, habrá un camino entre Egipto y Asiria: los asirios irán a Egipto, y los egipcios a Asiria; y Egipto rendirá culto junto con Asiria.


La profecía de conversión de los pueblos vecinos es un mensaje de esperanza, y a la vez nos ayuda a ampliar nuestro horizonte.  La salvación no es para unos cuantos sino que es universal por designio divino. Por esto, es importante rezar por todos, especialmente por los que están más alejados de Dios y nunca perder la esperanza, porque así como Dios tocó tu corazón y le abriste, así tocará todos los corazones.


Pidamos a María Santísima, Madre admirable, que por su intercesión los pueblos se conviertan y doblen la rodilla ante Jesucristo Nuestro Señor y único Salvador. Amén.