jueves, 4 de agosto de 2011

#136: ¿Puede Dios convertir a todo un país?

Conversión de San Pablo
El Papa Benedicto XVI trabaja en la evangelización de todos los pueblos y naciones mediante la oración y la predicación de la Palabra. El no pierde la esperanza en la conversión de los países para Dios, ni se limita a trabajar tan solo por los fieles, sino que su labor es universal.


El Papa no trabaja solo, pues cuenta con la ayuda de todos los misioneros laicos y consagrados que dan testimonio de Dios, ahí donde Él los ha llamado a predicar.  Más importante que esta ayuda es la ayuda que el Papa recibe de la Virgen, los ángeles y la comunidad celestial de santos, pues todos ellos quieren ver que a Dios se le ame y se le de gloria.  Aún así todos ellos juntos no pueden más que el Espíritu Santo, es Dios mismo quien llama al corazón de los hombres y los invita a conocerlo y amarlo personalmente.


Para convertir a otros es esencial convertirnos a nosotros primero, con la ayuda del Espíritu Santo, a través de la lectura de la Biblia y la vida de oración.  Sabré si estoy convertido en la medida en que mi corazón busque más a Dios que a sus creaturas.  Después hay que provocar espacios y momentos en los que otros escuchen la Palabra para que comiencen o continúen en su proceso de conversión.


Obelisco en Heliopolis
La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que narra una profecía de Isaías en torno a la conversión de Egipto y de Asiria. La cita es Isaías 19, 16-25. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.


Puntos de reflexión.


1. El Señor se dará a conocer a los egipcios, y los egipcios conocerán al Señor en aquel día. Lo servirán con sacrificios y oblaciones; harán votos al Señor y los cumplirán.


Dios se da a conocer a través de su Palabra. El hombre que se encuentra personalmente con su Creador no puede quedar indistinto o indiferente.  Tras el encuentro, es preciso hacer un compromiso de santidad, pues esta es la única manera de pagar tantas bendiciones recibidas de Dios y el único camino a la felicidad verdadera. Vota por Dios y hazlo Rey de tu vida.


2. El Señor herirá a Egipto, pero sólo para sanarlo. Ellos se volverán al Señor, y él los escuchará y los sanará.


Este pasaje me recuerda varios dichos que he escuchado a lo largo de mi vida:

  • "Dios escribe derecho en renglones torcidos."
  • "Todo obra para bien de los que aman a Dios."
  • "Nada te turbe, nada te espante..."
  • "Dios aprieta pero no ahorca."
  • "Dios no te prueba por encima de tus fuerzas."

La pedagogía de Dios es singular por estar cargada de amor y providencia.  Dios conoce tus necesidades, tu camino y tu destino, así que solo Él puede y quiere darte la medicina, el alimento y el remedio para procurar que tu final sea feliz. ¡Qué mejor remedio que la Eucaristía!


3. Aquel día, habrá un camino entre Egipto y Asiria: los asirios irán a Egipto, y los egipcios a Asiria; y Egipto rendirá culto junto con Asiria.


La profecía de conversión de los pueblos vecinos es un mensaje de esperanza, y a la vez nos ayuda a ampliar nuestro horizonte.  La salvación no es para unos cuantos sino que es universal por designio divino. Por esto, es importante rezar por todos, especialmente por los que están más alejados de Dios y nunca perder la esperanza, porque así como Dios tocó tu corazón y le abriste, así tocará todos los corazones.


Pidamos a María Santísima, Madre admirable, que por su intercesión los pueblos se conviertan y doblen la rodilla ante Jesucristo Nuestro Señor y único Salvador. Amén.

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