Amado Jesucristo,
Gracias por hacerte pequeño y presente, primero en el
vientre sagrado de tu Madre Santísima y ahora aquí en Belén.
Vengo a visitarte
y me pongo de rodillas en adoración ante ti, con el corazón abierto para que te
sirva de pesebre. Entra Niño Jesús en mi vida y pártela como partiste la
historia en un antes y un después. No permitas que me separe de ti para gozar
de tu amistad desde aquí hasta la eternidad.
Gracias Señor porque has escuchado
mi oración y ya has pensado cómo bendecirme.
Tu pie cabe en mi mano pero tu
misterio me supera. ¿Como es posible tanto amor? Gracias Dios mío.
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