domingo, 17 de abril de 2011

#108: ¿Qué hacer para provocar a Dios y cancelar sus bendiciones?

Todas las bendiciones vienen de Dios. Algunas bendiciones las recibimos por las oraciones de los que nos quieren y piden por nosotros. La mayoría de las bendiciones las recibimos por la intercesión de los que no son nuestros parientes y aún así piden por nosotros y ofrecen sacrificios por nosotros a cambio de las bendiciones recibidas.


Las bendiciones de Dios se aprovechan mejor y dan fruto:

  • En un alma fiel.
  • En un alma que se convierte.
  • En un alma que reparte los dones que ha recibido.
Las bendiciones de Dios se desperdician en un pecador empedernido. Dios no obtiene rendimientos de las bendiciones que da a un infiel. 

Las personas que promueven un estilo de vida de pecado son las que más alejadas están de la voluntad de Dios. Algunas de estas personas son famosas y admiradas por el dinero que han acumulado.  Me pregunto cuál será su reputación ante Dios. Si no ayudas mejor no estorbes.



La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que narra la profecía de Jehú contra Basá. La cita es 1 Reyes 16, 1-7. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.


Puntos de reflexión.


1. Yo te levanté del polvo y te constituí jefe de mi pueblo Israel. Pero tú has seguido el camino de Jeroboam y has hecho pecar a mi pueblo Israel, provocándome así con sus pecados.


El que hace pecar a su prójimo provoca la implacable ira de Dios. La ira de Dios es justa.  Dios nos ha dado la vida y nos ha dado autoridad sobre nuestras decisiones.  Nosotros en reciprocidad debemos hacer buen uso de nuestra vida.


2. Por eso, voy a barrer hasta los últimos restos de Basá y de su casa, y dejaré tu casa como la de Jeroboam, hijo de Nebat.


El promotor del pecado es repugnante para Dios y Él lo quiere incapaz de moverse y de hacer más daño al resto de sus hijos. Solo la misericordia de Dios impide la destrucción inmediata de una persona así.  Dios no pierde la esperanza de que un pecador se arrepienta, pero de ahí a que lo colme de bendiciones y dones es algo muy diferente.


Si quieres que Dios te colme de bendiciones debes de hacer todo lo contrario:

  • Vivir unido a Él y
  • Promover entre tus hermanos un estilo de vida santa.

Pidamos a María Santísima, Vaso espiritual, que acerque para nosotros muchas bendiciones, a fin de que llenos de amor y alegría confirmemos a nuestros hermanos en la fe y los alentemos a vivir según la voluntad de Dios.

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