El Papa Benedicto XVI con V. Putin |
La destreza se desarrolla siguiendo tres pasos:
- Instrucción,
- Práctica, y
- Dedicación.
A los maestros y mentores debemos agradecimiento porque nos han instruido y nos han observado mientras practicamos. Demos gracias a Dios por ellos.
Ahora nos toca trabajar con dedicación para lograr la destreza que convierta nuestro trabajo en algo provechoso para la comunidad. Ser diestro es condición esencial para ser aquello que decimos que somos. El resultado de nuestro trabajo refleja nuestro nivel de destreza, y un trabajo bien hecho, nos asegura más trabajo en el futuro.
Rey Roboam, el dedo meñique nos recuerda su arrogancia. |
Puntos de reflexión.
1. Mientras tanto, Roboam llegó a Jerusalén y convocó a toda la casa de Judá y a la tribu de Benjamín –ciento ochenta mil guerreros adiestrados– para ir a combatir contra la casa de Israel y restituir el reino a Roboam, hijo de Salomón.
Roboam perdió la mayor parte de su reino por los pecados de su padre Salomón. Roboam perdió la mayor parte de su reino por su falta de destreza política. Ambos enunciados son ciertos. Por un lado, Dios lo dispuso así, por otro lado, Roboam no escuchó los consejos de los sabios, y se dejó llevar por la soberbia y la prepotencia, animado por sus jóvenes amigos, carentes de experiencia. La arrogancia no es buen sustituto de la destreza.
2. Ellos escucharon la palabra del Señor, y tomó cada uno el camino de regreso, conforme a la palabra del Señor.
Roboam aprendió de sus errores y decidió hacer caso a Dios. Ciento ochenta mil soldados rompieron filas y la guerra civil terminó antes de empezar. Los soldados renunciaron a la gloria y al botín de guerra. El hombre debe de ser más diestro para la paz que para la guerra. El trabajo en tiempo de paz es un servicio largo de muchas décadas. En cambio, en tiempo de guerra, los días de servicio del soldado son contados.
3. Jeroboam, por su parte, fortificó Siquem, en la montaña de Efraím, y se estableció en ella. Luego salió de allí y fortificó Penuel.
El nuevo rey pronto olvidó que fue Dios quien lo puso a reinar. Jeroboam comenzó una carrera armamentista, fortaleciendo su ejército y sus posiciones estratégicas, no para defenderse de extranjeros, sino de sus compatriotas judíos. La semilla del error se siembra cuando el hombre pone su confianza en el poder. Para mantenerse fieles a Dios y gozar de sus dones, debemos de poner nuestra confianza en el Señor. La destreza es cuestión de fidelidad más que de fuerza.
Nuestra Señora de los Dolores |
Gracias por hacer esta reflexión conmigo. Te aprecio y te amo en Jesucristo. Tú eres el motivo de mi blog.
Te agradecería si dejas tus comentarios o compartes esta reflexión con alguien que tú aprecies. Dios te bendiga.
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