miércoles, 16 de marzo de 2011

#97: ¿A qué autoridad debo mi lealtad?

Presidente Felipe Calderón Hinojosa
La autoridad es un atributo recibido por una persona que le permite emitir órdenes a una o más personas para lograr un objetivo en beneficio de todo el grupo.  La calidad de la persona y de sus órdenes emitidas tiene como resultado el que su autoridad crezca con el tiempo.


La autoridad viene por varias razones:

  • Designio divino, como en el caso de un padre de familia,
  • Elección popular,
  • Poder otorgado por asamblea de accionistas,
  • Poder delegado por la cabeza de la institución,
  • Poder temporal adquirido por dotes de liderazgo.

La autoridad debe de usarse para beneficio común, ya que el mal uso de la autoridad tiene consecuencias perjudiciales para:

  • El grupo,
  • El mismo líder,
  • Individuos externos al grupo,
  • Comunidades enteras.

El ejercicio correcto de la autoridad debe de resultar en un incremento del nivel de vida del grupo.  Entre mayor sea el rango de influencia del líder mayor es el número de consideraciones que debe de hacer antes de emitir una orden o decreto.  Por ejemplo, los líderes mundiales buscan soluciones globales a los problemas como la pobreza, las pandemias y la contaminación.


Joab asesina a Amasá.
La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que narra el asesinato de Amasá por Joab. La cita es 2 Samuel 20, 4-13. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante. 


Puntos de reflexión. 
1. Y cuando se adelantó, se le cayó la espada.  Joab está a punto de asesinar a Amasá y se le cae la espada.  Desafortunadamente Joab levanta la espada del suelo y mata a su pariente, Amasá.  Una persona fiel a Dios debe de estar atenta a los pequeños obstáculos que Dios pone.  Estos obstáculos que nacen del amor de Dios nos permiten recapacitar antes de cometer un pecado.  Lo mejor que puedes hacer, cuando te sucede algo así, es desistir de tu mala intención, pedir perdón y dar gracias a Dios por su ayuda.
2. El que es partidario de Joab y está con David, ¡que siga a Joab!  Cuidado con seguir ciegamente a un líder.  Joab hirió a Amasá frente a sus hombres y uno de los jóvenes lo vitoreó en vez de ayudar al herido.  El grupo se vuelve cómplice del líder cuando permite que peque sin pedirle cuentas.  Tú vocación de cristiano te exige ser fiel a tus principios y dar testimonio ahí donde se necesita, a fin de que el Evangelio ilumine todos los ambientes y renueve al mundo.
3. aquel hombre retiró a Amasá del camino y arrojó sobre él su manto  El mismo joven ahora trata de ocultar la evidencia del pecado de su líder.  No podemos ocultar nada de Dios.  El es el juez de nuestros actos.  Todo se lo debemos a nuestro Creador.  No tenemos lealtad más importante que la que le debemos a Dios.  Si en tu camino llegas a una situación en la que tienes que escoger, escoge  siempre a Dios, y elige el bien.


Pidamos a María Santísima, Virgen poderosa, que nos ayude a mantenernos firmes en la fe y en la  vivencia de las virtudes cristianas en cada momento, sin importar si nos toca ser líderes o seguidores.


Gracias por hacer esta reflexión conmigo. Te aprecio y te amo en Jesucristo. Tú eres el motivo de mi blog.  


Te agradecería si dejas tus comentarios o compartes esta reflexión con alguien que tú aprecies. Dios te bendiga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario