#94: Efectos de la idolatría y los afectos desordenados.

La idolatría te lleva por caminos nebulosos por los que pronto te pierdes.  Aquellos son caminos repletos de manjares pero vacíos de virtud. La idolatría se presenta en varias formas pero todas causan ceguera espiritual y deformación de la conciencia.  Pronto nada es pecado para el idólatra y termina siendo él mismo puro pecado.


Hay varias formas de idolatría entre las que se encuentran:

• Culto al poder,
• Culto al dinero,
• Culto al sexo,
• Culto a dioses paganos o a sus enseñanzas,
• Culto a las sustancias que alteran el cerebro.

Mi consejo para no ser idólatra es cumplir el primer mandamiento: Amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas, por sobre todas las cosas.  Lo contrario a la idolatría es la fidelidad a Dios.  Así como el cónyuge es fiel a su esposa, así debes tú ser fiel a Dios.

Simei lanzando piedras y tierra a David.

La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que describe cómo Simei maldecía a David. La cita es 2 Samuel 16, 5-14. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.


Puntos de reflexión. 

1. ¡Fuera, fuera, hombre sanguinario y canalla!  Estas palabras eran dirigidas al rey David que se encontraba en el exilio. Todos sus seguidores que iban con él se sentían humillados y enojados.  Aquel que antes era considerado héroe y libertador elegido de Dios, ahora era maldecido.  Tú ordena tus afectos y pon en primer lugar a Dios para que a ti no te pase esto.
2. ¿Cómo ese perro muerto va a maldecir a mi señor, el rey? ¡Cuidado con reaccionar ante la crítica y los consejos de tu prójimo como lo hizo Abisai! La soberbia no es buena consejera. El orgulloso prefiere aplastar al que critica y al que denuncia, antes que reconocer sus propias faltas y carencias. Tu mejor sé humilde.  Hay un acto de amor al prójimo que no es evidente a primera vista, y que consiste en escucharlo y concederle la razón; así lo ayudas porque refuerzas su autoestima sin menoscabo de la tuya y tiendes puentes de amistad con él. Sé que me falta explicarme mejor en este punto, pero te invito a que pongas mi consejo en práctica y a que saques tus propias conclusiones acerca de cuándo sí y cuándo no ceder la razón.  (Tip: si el tema son tus faltas, casi seguro tiene razón.)
3. David y su gente llegaron rendidos [al Río Jordán] y ahí retomaron aliento.  Tal vez sientes que estás leyendo esta reflexión demasiado tarde. Igual que David has pecado gravemente y has perdido la vida de gracia.  Te sientes exiliado del Reino de Dios y no sabes cómo dejar tu vida de pecado.  El primer paso es purificarte; limpia tu alma en la Confesión.  Dios te da una nueva oportunidad.  Esta vez empieza por cumplir el primer mandamiento.  Nunca vas a poder cumplir del quinto en adelante, si no cumples primero el primer mandamiento.

Roguemos a María Santísima, Refugio de los pecadores, que nos enseñe el amor a Dios por sobre todas las cosas y el amor a nuestro prójimo como a nosotros mismos, a fin de que viéndonos libres de todo afecto desordenado, podamos ser realmente libres y felices.


Gracias por hacer esta reflexión conmigo. Te aprecio y te amo en Jesucristo. Tú eres el motivo de mi blog.


Te agradecería si dejas tus comentarios o compartes esta reflexión con alguien que tú aprecies.  Dios te bendiga.