viernes, 30 de diciembre de 2022

#226 Muro de gratitud

Al finalizar el año conviene repasar no sólo las experiencias que marcaron un hito en la historia de nuestra familia sino también los días ordinarios que vivimos.  Muy pronto nos damos cuenta que nos faltan dedos para enumerar todas las bendiciones que recibimos fielmente de Dios. También nos falta memoria y capacidad para recordar y visualizar todas estas bendiciones.


Aun así conviene hacer el ejercicio de preferencia también como una conversación familiar o una actividad de grupo.  Se puede construir un muro de la gratitud, con una cartulina o pizarrón en donde podamos escribir todas las bendiciones recibidas durante el año.  El resultado de este ejercicio luego lo podemos utilizar para agradecer a Dios en oración, su providencia amorosa.


Esta reflexión está basada en el Salmo 138. Te recomiendo hacer una oración al Espíritu Santo antes de seguir leyendo.


Salmo 138


1 De David.

Te doy gracias, Señor, de todo corazón,

te cantaré en presencia de los ángeles.

2 Me postraré ante tu santo Templo,

y daré gracias a tu Nombre

por tu amor y tu fidelidad,

porque tu promesa ha superado tu renombre.

3 Me respondiste cada vez que te invoqué

y aumentaste la fuerza de mi alma.

4 Que los reyes de la tierra te bendigan

al oír las palabras de tu boca,

5 y canten los designios del Señor,

porque la gloria del Señor es grande.

6 El Señor está en las alturas,

pero se fija en el humilde

y reconoce al orgulloso desde lejos,

7 Si camino entre peligros, me conservas la vida,

extiendes tu mano contra el furor de mi enemigo,

y tu derecha me salva.

8 El Señor lo hará todo por mí.

Señor, tu amor es eterno,

¡no abandones la obra de tus manos!


Puntos de reflexión


  1. Gratitud 


La gratitud hace mucho bien al alma.  La persona agradecida tiene  felicidad y anhelo de vivir.  Valora lo que recibe y sabe agradecer no sólo de palabra sino también con obras de misericordia, en reciprocidad.


  1. Humildad


La humildad hace mucho bien al alma. La persona humilde es más agradecida porque no espera nada y todo lo que recibe, sea mucho o poco, lo agradece. Está consciente de que recibe más de lo que merece y sabe devolver bien por bien en la medida de sus posibilidades.


  1. Piedad


Jesús le dijo entonces: «¿Cómo, no quedaron purificados los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿Ninguno volvió a dar gracias a Dios, sino este extranjero?». Y agregó: «Levántate y vete, tu fe te ha salvado». (Lc, 17,17-19)


La persona piadosa que va al templo a dar gracias a Dios recibe un beneficio adicional mayor que el bien que fue a agradecer.  Conviene entonces saber agradecer a Dios oportunamente con actos de devoción.



Petición final


María Santísima, Reina de la familia, tú que manifestaste gratitud a Dios y felicidad al visitar a tu prima Santa Isabel (Lc 1,46-55), enséñanos a elevar una oración de gratitud a Dios con humildad y alegría.  Te lo pedimos por Jesucristo tu Hijo, Nuestro Señor y Salvador que reina por los siglos de los siglos.


Que la gracia del Señor Jesús permanezca con todos. Amén. (Apocalipsis, 22,21)

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