lunes, 4 de julio de 2011

#129: ¿Eres un hombre conspirador o religioso?

Una conspiración es un plan secreto para derrocar a la persona que detenta el poder. La motivación de los conspiradores es la ambición del poder. 


Los conspiradores utilizan medios para lograr sus objetivos que no son morales ni legales.  La justificación para usar estos medios la encuentran los conspiradores en el comportamiento reprobable del líder y por el excesivo nivel de sufrimiento o carestía que sufre la población. Otro incentivo fuerte para actuar de este modo es el hecho de que una vez derrocado el líder, cualquier acusación contra los conspiradores será cancelada por ellos mismos, una vez que tengan el poder.


Si los conspiradores fallan en su plan, el gobierno los declara traidores y los ejecuta o encarcela; pero si los conspiradores tienen éxito entonces asumen el poder y se mandan hacer estatuas que los inmortalicen como héroes nacionales en las plazas públicas.


En la actualidad, los conspiradores en las sociedades modernas y democráticas utilizan sistemas computacionales y los medios de comunicación masiva para conspirar. Una vez derrocado el líder, el poder pasa no a la cabeza que ocupa el puesto vacante, sino al grupo que está detrás de él y que no quiere aparecer ante la opinión pública.


En esta apuesta por el poder, la fe está en el éxito y la esperanza en la impunidad, pero la caridad se descarta.


La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que recoge los datos históricos del reinado de Amón en Judá. La cita es 2 Reyes 21, 19-26. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.


Puntos de reflexión.


1. Abandonó al Señor, el Dios de sus padres, y no siguió el camino del Señor.


El rey Amón no vivió según la religión tradicional, sino que fue un idólatra y un pecador empedernido, siguiendo el ejemplo de su padre Manasés.  Los hijos aprenden la religión de sus madres pero la viven como sus padres.  De la propia madre aprendes la bondad para amar a Dios y al prójimo, y del padre aprendes la obediencia para someterte a los mandamientos y a la voluntad de Dios, para ser verdaderamente un hombre religioso. La religión es un camino elegido libremente por el que decides someter tu voluntad a la de Dios y caminar a su lado el resto de tus días.


2. Los servidores de Amón conspiraron contra el rey y lo mataron en su casa.


Viendo que el comportamiento de Amón no era adecuado para un rey de Judá, sus servidores justificaron su conspiración, planearon en secreto, y cometieron regicidio. Amón se sentía seguro en su casa, sin embargo allí murió.  Este pasaje me invita personalmente a examinar mi conciencia. ¿Estaré conspirando para matar mi propia alma? ¿Estaré justificando mi mala conducta para pecar? ¿En qué tengo que cambiar?


3. Pero el pueblo del país mató a todos los que habían conspirado contra el rey Amón, y proclamó rey en lugar de él a su hijo Josías.


La noticia del regicidio llegó al pueblo, pero el pueblo no vitoreó a los conspiradores ni les elevó estatuas. El pueblo aplicó la ley y les dio muerte.  Otra lectura de este hecho, es que el grupo detrás del niño Josías a su vez conspiró contra los conspiradores.  La violencia genera violencia y como hemos visto en nuestra propia historia mexicana muchos líderes revolucionarios murieron a su vez a manos de otros líderes. 


El camino del Señor es un camino de paz. El hombre religioso puede tener metas muy altas, pero siempre eligiendo medios legítimos para alcanzar esos objetivos. Recuerda que el ideal, la meta óptima es Cristo.


Roguemos a María Santísima, Madre de todos los hombres, que nos enseñe a reconocernos como hermanos unos de otros y a ver más allá de nuestras diferencias, para que podamos convivir y coexistir en armonía. Amén.

2 comentarios:

  1. TAMBIEN LA VIOLENCIA SE JUSTIFICA EN CIRCUNSTANCIAS EXTREMAS.

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  2. Espero que nunca nos veamos en esas circunstancias que comentas. Es más fácil justificar la violencia ante los hombres que ante Dios, pues Él es Padre de todos, y como tal, no quiere que sus hijos se peleen ni se hagan daño. Paz.

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