#87: El mejor remedio a la tristeza.

Los hombres nos sentimos superiores porque podemos matar, destruir y transformar.  El fuego que consume nos cautiva.  La máquina que tritura nos fascina.  El arma poderosa en nuestras manos nos da un falso sentido de seguridad.


Dios puede hacer algo más maravilloso que cualquier hombre.  Dios es el único que puede crear vida.  La vida es obra de Dios y debemos respetarla.  Si respetamos al autor, respetemos también su obra.


Dios crea vida, pero también infunde nueva vida.  Si estás deprimido acércate a Dios.  Si sientes que vives una vida sin propósito, acércate a Dios.  Si tu corazón se colapsa de forma insoportable contra el vacío interior que te pesa, llénate de Dios.


Dios le da vida, sentido y belleza a todo aquel que se deja tocar por su mano fecunda. No hay condición humana que quede sin redimirse por la acción de Dios en el cuerpo y en el alma. Cómelo, bébelo y deja que tu ser adquiera nueva vida.


La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que narra el reproche de David a Saúl. La cita es 1 Samuel 26, 13-25. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante. 


Puntos de reflexión. 
1. ¡No te has comportado nada bien! Si tus decisiones son egoístas y realizadas al margen de Dios, no te extrañe que te sientas deprimido o fastidiado, enojado, temeroso y mal aconsejado por tus criterios humanos.
2. Hoy mi vida ha sido preciosa a tus ojos.  Esta es la experiencia del alma dócil que regresa a Dios.  Te sorprende que Dios te ame tanto, más de lo que tú te amas a ti mismo.  Tu alma se llena de gratitud, optimismo y nueva vida.
3. Hoy yo he mostrado un gran aprecio por tu vida. El amor al prójimo comienza por valorar estas verdades. Dios me ama y Dios ama a mi prójimo también. Dios no distingue, todos estamos vivos gracias a Él. Respetemos en paz la obra de Dios.


Pidamos a María Santísima, Madre de la Iglesia, que nos enseñe a ser buen samaritano de todo prójimo, así como ella es madre de todos nosotros sin distinción.


Gracias por hacer esta reflexión conmigo. Te aprecio y te amo en Jesucristo. Tú eres el motivo de mi blog.


Dios te bendiga. 


Te agradecería si dejas tus comentarios o compartes esta reflexión con alguien que tú aprecies.