#132: Hemos cosechado la anarquía.

Queridos hermanos,

En estos tiempos estamos terminando de pavimentar todos los caminos, de manera que la semilla viva que cae no puede penetrar y sembrarse.  La semilla se tuesta sobre el asfalto y se degenera.  Un oportunista la levanta y te la muestra diciendo: "esta es una semilla te la vendo", pero en realidad es materia distorsionada incapaz de generar vida.


La semilla viva a la que me refiero con cierta nostalgia es la Palabra de Dios y los caminos pavimentados son los corazones endurecidos por tanta deformación de las conciencias. ¿Cómo puede penetrar la Palabra de Dios en tu corazón, si tu mente está cubierta del chapopote informático?


En estos tiempos cunde la anarquía porque:

• Hemos descartado los frutos espirituales futuros y hemos preferido los frutos carnales presentes.  
• Hemos confundido lo espiritual con cosas materiales como la energía y las vibraciones de todo tipo.  
• Hemos atribuido la Creación a la materia y la probabilidad estadística antes que abrir nuestra razón a la fe y la verdad.
• Hemos hecho mal uso de nuestra libertad.
• Hemos sembrado con semillas de cizaña en vez de esparcir la semilla viva.

¿Si la cosecha depende de la semilla sembrada, será tiempo ya de que cambiemos de semilla? La Palabra de Dios, sembrada en el corazón de una persona fiel, da abundantes frutos espirituales para beneficio de toda la Creación.

Profeta Isaías

La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que describe la anarquía que se vivía en Jerusalén en tiempos del profeta Isaías. La cita es Isaías 3, 1-12. Te recomiendo que hagas una pausa para orar al Espíritu Santo y pedirle su luz.


Puntos de reflexión.


1. Miren que el Señor de los ejércitos retira de Jerusalén y de Judá toda clase de sustento: todo sustento de pan y todo sustento de agua,


La vida sin Dios es insostenible. Dios es la fuente del alimento espiritual que requiere nuestro espíritu. Si solo alimentas al cuerpo y le cumple todo capricho a expensas de sofocar tu espíritu, y pierdes de vista el sentido de tu vida: servir a Dios y al prójimo por amor y con amor.


Dicho sea de paso Dios también es la fuente de todo alimento y bienestar, pero no porque algo exista te conviene usarlo o abusarlo.  Piensa mejor que muchas cosas existen para que tu tengas verdadera libertad de elección y puedas en plena libertad elegir a Dios por encima de las cosas.


2. Su descaro atestigua contra ellos, y como Sodoma publican su pecado, ¡no lo ocultan! ¡Ay de ellos, porque son los causantes de su propia desgracia!


El pecado es ingratitud, porque todo lo hemos recibido de Dios y pecando le damos la espalda.  El pecado es un descaro porque Dios nos puede ver todo el tiempo y pecando lo hacemos no solo frente a sus ojos sino también en su divina presencia.  Dios está siempre presente con amor infinito, respetando nuestra libertad, y sufriendo al verse alejado de muchos de sus hijos.  Otras veces Dios sufre por lo que algunos de sus hijos le hacen a sus hermanos.


Cristo es verdadero hombre y todo hombre que ama sufre, por eso me atrevo a decir que Dios sufre, sufre de amor y busca siempre salir a tu encuentro y animarte a que te acerques a Él y permanezcas unido a su Sagrado Corazón.


3. ¡Feliz el justo, porque le irá bien, comerá el fruto de sus acciones!


Esta profecía encierra la esperanza de todos los santos. No hace falta hacer trampa para avanzar. La trampa es eso, una trampa que atrapa al que la hace.  Si haces trampa tarde o temprano quedarás atrapado en ella.


En cambio el hombre justo, el que se esfuerza por ser santo, o más bien, el que se deja santificar por Dios, ese tarde o temprano gozará de la plenitud de bienes y bendiciones que Dios ha prometido para los fieles, pues Dios cumple sus promesas.

Pidamos a María Santísima, Reina de la paz, que ablande nuestros corazones para que recibamos la Palabra de Dios y demos mucho fruto, a fin de que podamos gozar todos juntos de la armonía que Dios visualizó al crearnos. Amén.