domingo, 19 de junio de 2011

#124: El rey ha muerto. ¡Viva el Rey!

Coronación de Rogelio II, rey de Sicilia
La muerte es parte de la vida.  Cada día hay nuevos muertos.  Unos mueren por enfermedad, otros por accidente y otros más por causa de otra persona o por sí mismos.


Independientemente de la causa de muerte, el muerto también es prójimo y podemos hacer dos buenas obras con él o ella: darle cristiana sepultura y rezar por su salvación eterna.  Sepultar a los muertos y rezar por los difuntos son obras de misericordia, y por lo tanto son obras que nos ayudarán en nuestro propio juicio particular, para tener una sentencia favorable.


Otra forma sana de relacionarnos con los muertos es pedir la intercesión de los santos que están en el cielo.  La comunión de los santos es una gracia y una bendición, pues a Dios le agrada ayudar a los que han pedido por ellos, sin ser familiares o amigos directos.


Otras formas de relación con los muertos, diferentes a éstas, no provienen del Espíritu Santo y no conviene por lo tanto practicarlas ni siquiera una vez, so pena de graves consecuencias espirituales, como la posesión y la obsesión demoníaca.


La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que narra el asesinato de Ocozías. La cita es 2 Reyes 9, 27-29. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.


Puntos de reflexión.


Ruinas en la cima de Meguido.
1. Al ver esto, Ocozías, rey de Judá, huyó por el camino de Bet Hagán. Jehú se lanzó en persecución de él, y ordenó: «¡Hiéranlo también a él!». Lo hirieron sobre su carro, en la cuesta de Gur, que está cerca de Ibleam, y él huyó a Meguido, donde murió.


El rey Ocozías huyó para defenderse, pero le dieron alcance y lo hirieron gravemente; después huyó al monte de Meguido y murió.  Meguido se considera el lugar al que se refiere el Apocalipsis, cuando habla de Armagedón, ya que Har Meguido en hebreo es el monte de Meguido. Armagedón es el nombre que se le da a la batalla final en donde Dios vence a todos los reyes de la Tierra liderados por el Diablo. Los que están alejados de Dios buscan refugio y salvación en vano.  El único refugio para el hombre es el Sagrado Corazón de Dios. Tú mejor busca la unión plena con Dios a través de la gracia santificante y así estarás seguro.


2. Sus servidores lo trasladaron en un carro a Jerusalén, y lo sepultaron en su tumba, con sus padres, en la Ciudad de David.


No sé cómo trataba el rey Ocozías a sus servidores, ni tampoco sé cómo era la relación con sus padres o con sus conciudadanos. Sé que estaba alejado de Dios por que la Biblia lo dice en 2 Reyes 8,27.   Muchos de los que están alejados de Dios están volcados sobre sí mismos y viven con ruptura o distanciamiento, no sólo de Dios, sino también:

  • del prójimo (egoísmo),
  • de sí mismos (desequilibrio),
  • de la Creación (desorden).
Pensar en la muerte y en lo que vendrá después ayuda a componer tus relaciones, pues te da un incentivo fuerte para cambiar.  Si quieres mejorar tus relaciones empieza por cambiar tú mismo y acércate más a Dios, el único y verdadero Rey.


Pidamos a María Santísima, abogada nuestra, que nos defienda en nuestras necesidades y que ruegue por nosotros desde ahora para tener una buena muerte y una feliz eternidad. Amén.

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