Villa d'Este, Tívoli, Italia |
No vale la pena gozar de una cosa que luego te haga perder bendiciones, porque las bendiciones de Dios superan tu imaginación y te llenan de dicha, muy por encima de cualquier cosa. Mantente fiel a Dios, y no solo conservarás tus bienes, sino que los verás crecer y multiplicarse.
El don de ciencia del Espíritu Santo te ayudará mucho, sobre todo si Dios te ha dado muchos bienes tangibles e intangibles. Este don te dará sabiduría para administrar estos bienes en orden a tu felicidad y mayor bien. El fruto del don de ciencia es una vida moralmente ordenada en tu relación con la creación.
La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que recoge los datos históricos del reinado de Jorám en Judá. La cita es 2 Reyes 8, 16-24. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.
Puntos de reflexión.
1. Siguió el camino de los reyes de Israel, conforme a lo que había hecho la casa de Ajab, porque se había casado con una hija de Ajab; e hizo lo que es malo a los ojos del Señor.
Jorám es el primer rey infiel a Dios de Judá. Su infidelidad nace, no de lo que sus padres le enseñaron, sino de adoptar las costumbres de su esposa. El pueblo de Judá pagará en años subsecuentes esta infidelidad y otras como ésta, con la destrucción del templo, el exilio y la esclavitud. Tú mejor decídete de una vez por todas a ser fiel a Dios. Abre la fuente de las bendiciones divinas para ti y para tu familia a chorro pleno.
2. Joram partió entonces para Saír con todos sus carros de guerra. Por la noche, se levantó y derrotó a los edomitas, que lo tenían cercado a él y a los jefes de los carros; pero las tropas huyeron a la desbandada.
Los reyes de Judá anteriores a Jorám, estaban acostumbrados a ganar todas las batallas, incluso a veces sin necesidad de luchar, pues Dios peleaba con ellos y por ellos con armas divinas; excepto el rey Saúl que se alejó de Dios y murió en batalla. El rey Jorám luchó con su mejor ejército y salvó su vida pero no pudo mantener la lealtad de la gente. Un líder sin integridad pierde pronto su autoridad moral y su capacidad de mantener a sus seguidores, sobre todo en circunstancias adversas. Tú mejor, si quieres ser un líder eficaz, comienza por ser una persona íntegra. Tu buena conducta te acarreará buena fama, amigos y seguidores fieles en las buenas y en las malas.
3. Así se independizó Edom del poder de Judá, hasta el día de hoy. En aquel tiempo, también se rebeló Libná.
El rey Jorám perdió dos regiones de su reino y entregó a su hijo, Ocozías, un patrimonio menor que el que él heredó. El rey afrontó problemas e hizo planes en su vida sin consultarlos con Dios. Dios tenía maravillosos planes para Jorám pero el vivió según sus propios designios, gustos y caprichos. El precio que pagó Jorám fue la reducción de su poder y su riqueza, incluso poniendo en peligro a su pueblo; además de cara a la vida eterna, no fue buena decisión darle la espalda al Dios de su padre. Tú mejor pídele siempre al Espíritu Santo que te ilumine y que te muestre la voluntad divina para que tus empresas sean las de Dios y tus éxitos sean abundantes, siempre según su divina providencia.
Pidamos también a María Santísima, que nos enseñe a tener la disposición para que la gracia de Dios transforme nuestra propia vida de ordinaria en extraordinaria, para bien de todos. Amén.
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