viernes, 20 de enero de 2012

#155: Acerca del entretenimiento sano

Hoy en día difícilmente te dejarás convencer de participar en un rito pagano de idolatría, brujería o brutalidad, pero ¿cuántas veces como telespectador has presenciado estos actos?  La televisión nos muestra estos ritos como entretenimiento y nosotros los observamos y escuchamos vivamente, casi como si estuviéramos allí.


Conociendo la influencia que tiene en nosotros mismos las conductas que observamos en otros, en especial las personas que vemos en la tele, piensa que muchos programas no te convienen, porque presentan valores, actos, actitudes y conductas contrarias a tu fe.  No sea que, por costumbre de ver, comiences tú también a vivir, vestir y comportarte de la misma manera.  Peor aún, que tu sensibilidad se acostumbre a esos estímulos visuales y auditivos y llegues a menospreciar el gozo espiritual que te conviene más buscar.


La reflexión de hoy está basada en un pasaje de la Biblia que narra una exhortación de Isaías a dejar la idolatría y los ritos paganos . La cita es Isaías 57, 1-21. Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.


Puntos de reflexión.


1. La maldad no es buen entretenimiento.

El justo desaparece y a nadie le llama la atención; los hombres de bien son arrebatados, sin que nadie comprenda que el justo es arrebatado a consecuencia de la maldad. Pero llegará la paz: los que van por el camino recto descansarán en sus lechos. (Is. 57,1-2)

Con frecuencia elegimos la televisión como opción de descanso, pero el mejor descanso consiste en acercarse a la fuente de paz.  Dios es esa fuente a la que podemos acceder de varias formas:
  • Mediante la oración,
  • La lectura de la Palabra de Dios y
  • los Sacramentos.

Deléitate mejor en la vivencia de las virtudes y la rectitud de vida, en el gozo espiritual y en el servicio al prójimo. No te pongas en riesgo de pecado viendo programas que exhiben vicios y maldad como entretenimiento.

2. La televisión puede ser un obstáculo para tu crecimiento espiritual.

Entonces se dirá: ¡Abran paso, abran paso, preparen un camino, quiten los obstáculos del camino de mi Pueblo! Porque así habla él que es alto y excelso, el que habita en una morada eterna, aquel cuyo Nombre es santo; Yo habito en una altura santa, pero estoy con el contrito y humillado, para reavivar los espíritus humillados, para reavivar los corazones contritos. (Is. 57,14-15)

No sientas que porque tienes televisión, control remoto, y silla cómoda donde sentarte a verla, ya tienes todo lo que pudieras necesitar.  Mejor reconócete necesitado de Dios y arrepiéntete del tiempo que lo has ignorado y echo a un lado. Busca acercarte a Dios.  Dedícale cada vez menos tiempo a la tele y más tiempo a Dios.  Te aseguro que vivirás con mayor paz y provecho.

3. Ya le apagué, ¿ahora qué?

Yo he visto sus caminos, pero lo sanaré, lo guiaré y lo colmaré de consuelos; y de los labios de los que están de duelo, haré brotar la acción de gracias. ¡Paz al que está lejos, paz al que está cerca! Yo lo sanaré, dice el Señor. (Is. 57,18-19)



Ahora que ya apagaste la tele tendrás mucho tiempo libre.  Utiliza este tiempo para cultivar las cuatro relaciones fundamentales de la persona:

  1. La relación con Dios, el amor de tu vida.
  2. La relación con la propia familia, el campo fundamental de tu apostolado.
  3. La relación con el prójimo, el beneficiario de tus obras de misericordia.
  4. La relación contigo mismo, el cuidado y desarrollo de lo que Dios te dio para amarle y servirle.

Petición final


Pidamos a María Santísima, Reina de la paz, que aprendamos a saborear las cosas del espíritu para que llenos del gozo que procuran sepamos agradecer a Dios por sus bondades. Por Jesucristo Nuestro Señor y Salvador. Amén.

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