martes, 4 de enero de 2011

#78: Tres síntomas de una persona alejada de Dios

El amor entre dos personas se manifiesta día con día a través de la fidelidad. La fidelidad se manifiesta a través de la comunicación con mensajes cargados de amor.


De esta manera se cierra el círculo que mantiene unidas a dos personas.  El amor las une y se mantienen fieles a su amor mutuo mediante la comunicación constante de mensajes amorosos.


La comunicación entre los que se aman no solo es con palabras, sino con todas las maneras que tiene la persona de expresarse y con los actos que realiza a favor de su ser amado.  Así: las palabras, los detalles y los servicios dados al amado, son maneras de comunicar el amor.


Igual es con Dios, pero con la diferencia de que el amor, la fidelidad y la comunicación son perfectas en un sentido y tiene fallas en el otro.  De Dios para ti, el amor es perfecto y sus manifestaciones son insuperables.  De ti para Dios, las faltas en la fidelidad, los apegos desordenados y la intermitencia en la oración, en ocasiones rompen ese círculo de unidad y lo deforman.


El pecado es como una infidelidad en la relación amorosa entre dos personas.  Si Dios es lo primero en tu vida no permitas el pecado en tu vida, ni te acerques siquiera a donde la gente va comúnmente a pecar.


La reflexión de hoy está basada en un pasaje del primer libro de Samuel. La cita es 1 Samuel 4, 12-18. Antes de leer te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz.


Síntomas de un persona alejada de Dios.
1. Una persona alejada de Dios se convierte en espectador de los cambios negativos que suceden a su alrededor.  Mientras que el apóstol es un líder que vela por los amados de su Amado, el espectador se queda sentado apáticamente.
2. A una persona alejada de Dios se le encuentra fuera del camino o en el mejor de los casos al borde del camino.  En otras palabras, esta persona dedica una buena parte de su tiempo a pecar o a convivir cerca de los que se dedican a pecar.  El pecado ha dado forma a su cuerpo y ha dejado huella en su aspecto físico y anímico.
3. Una persona alejada de Dios pierde una a una las cosas pasajeras a las que su corazón está apegado y termina descuidando su salud y su vida de gracia.  Al final de la vida se encuentra vacía y su ceguera espiritual no le permite ayudarse bien a sí misma a recuperar el camino a la felicidad.  


Estas personas alejadas de Dios necesitan un buen consejo, aunque muchas veces no lo quieren ni escuchar. Si este es el caso, entonces al menos reza por ellas.


Pidamos a María Santísima, Estrella de la mañana, que guíe nuestros pasos hacia la plena unión con su Hijo Jesucristo. Recuerda el lema: "A Cristo por María".


Gracias por hacer esta reflexión conmigo. Aquí se te aprecia y se te ama en Jesucristo. Tú eres el motivo de mi blog. Que Dios te bendiga. Me encantaría saber que te deja esta reflexión. No te vayas sin dejar tus comentarios, tus propósitos, lo que quieras.

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