La primera alianza entre Dios y el pueblo elegido fue rota por el pueblo.
Dios les había ofrecido libertad y prosperidad a cambio de fidelidad a su
Persona y a su Ley, pero el pueblo pronto cambio a Dios por ídolos y abandonó
la Ley.
Esta ruptura le trajo a la humanidad incontables males:
- Guerra,
- Esclavitud,
- Idolatría, y mucho
- Sufrimiento físico y moral.
La Nueva Alianza es irrompible porque el trato está sellado por Cristo (verdadero
Dios y verdadero hombre) en representación de toda la humanidad y su Padre.
Cristo no romperá sus promesas ni tampoco el Padre.
Gracias a esta Nueva Alianza podemos gozar gratuitamente de estos
beneficios:
- El Reino de Dios
- El Espíritu Santo y
- La Iglesia
Esta reflexión está basada en el capítulo 31 del libro del profeta
Jeremías, el cual es rico en contenido, por lo que recomiendo mucho su lectura
completa, si tienes oportunidad. Antes
de seguir adelante te invito a decir conmigo: “¡Ven Espíritu Santo!”
Puntos de reflexión
1. Llénate del Espíritu
Santo
Habían partido
llorando, pero yo los traigo llenos de consuelo;
los conduciré a los torrentes de agua por un camino llano, donde ellos no
tropezarán. Porque yo soy un padre
para Israel y Efraím es mi primogénito. (Jer. 31,9)
El Espíritu Santo viene a ti por medio de los Sacramentos y se queda a
morar dentro de ti si permaneces en gracia de Dios. Este Santo huésped del alma
te brinda gran consuelo y claridad para vivir la vida con actitud y eficacia
cristianas.
2. Medita los dones y
luces que has recibido
Levanta para ti
mojones, colócate señales, fíjate bien
en el sendero, en el camino que has recorrido. ¡Vuelve, virgen de Israel,
vuelve a estas tus ciudades!
Da gracias al Señor por tantas bendiciones y tanto cuidado que ha tenido
para pastorearte y mantenerte dentro de su rebaño. Afuera del corral siempre
habrá cosas que te quieran seducir y te dejarás arrastrar si dejas de meditar
en los dones recibidos. Así que cuida el tesoro que tienes en el templo de tu
alma. No lo cambies por ninguna criatura.
3. La fe se siente en el
corazón.
Esta es la Alianza
que estableceré con la casa de Israel, después de aquellos días –oráculo del
Señor–: pondré mi Ley dentro de ellos, y
la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios y ellos serán mi Pueblo.
(Jer. 31,33)
La mujer embarazada no tiene que ver a su bebé para creer que existe.
Ella lo siente, lo percibe moviéndose dentro de ella. Así el Espíritu Santo se
manifiesta dentro del alma que habita y la persona que lo porta sabe que lo
tiene.
Dios está escrito en mi corazón con palabras escritas con el lenguaje
del amor, por lo tanto, la mejor manera de manifestártelo querido lector es
amándote.
Petición final
Te pedimos María Santísima que nos enseñes a valorar en toda su
dimensión eterna los beneficios alcanzados para nosotros por tu Hijo Jesucristo
con su pasión, muerte y resurrección, a fin de que contemplando tanto amor
sepamos corresponder con nuestras vidas en gratitud y oblación. En el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo que habita en nosotros. Amén.
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