miércoles, 28 de mayo de 2025

#237 Celebra la grandeza de Dios con tu vida.

¡Qué importante es tener un plan de vida!  Si realmente te propones algo y no lo dejas en mero deseo, necesitas un plan para lograrlo.  Entonces, por ejemplo, si lo que te propones es llegar al cielo, necesitas un plan de vida, porque todo lo que hagas en tu vida, o dejes de hacer, se tomará en cuenta en tu juicio particular, y ahí en tu juicio particular sabrás si puedes entrar al cielo o no. ¿Ves qué importante es tener un plan?

La reflexión de hoy está basada en el Salmo 146, el cual es un himno de alabanza que exalta la soberanía de Dios y su fidelidad hacia la humanidad. Este salmo forma parte de un grupo de cinco salmos que concluyen el libro de los Salmos, todos comenzando con la palabra "Aleluya", que significa "Alabad a Dios".

Te recomiendo que hagas una oración al Espíritu Santo para pedirle su luz, antes de leer más adelante.


SALMO 146

1 ¡Aleluya!

¡Alaba al Señor, alma mía!

2 Alabaré al Señor toda mi vida;

mientras yo exista, cantaré a mi Dios.

3 No confíen en los poderosos,

en simples mortales, que no pueden salvar:

4 cuando expiran, vuelven al polvo,

y entonces se esfuman sus proyectos.

5 Feliz el que se apoya en el Dios de Jacob

y pone su esperanza en el Señor, su Dios:

6 él hizo el cielo y la tierra,

el mar y todo lo que hay en ellos.

El mantiene su fidelidad para siempre,

7 hace justicia a los oprimidos

y da pan a los hambrientos.

El Señor libera a los cautivos,

8 abre los ojos de los ciegos

y endereza a los que están encorvados.

9 El Señor protege a los extranjeros

y sustenta al huérfano y a la viuda;

8c el Señor ama a los justos

y entorpece el camino de los malvados.

10 El Señor reina eternamente,

reina tu Dios, Sión,

a lo largo de las generaciones.

¡Aleluya!

Puntos de reflexión.

1. Alabanza a Dios.

El salmo 146 nos recomienda alabar a Dios como plan de vida.  Alabar a Dios con toda nuestra alma, alabar a Dios todos los días, alabar a Dios mientras tengas vida.  Alabar a Dios con cantos. Osea no sólo en privado como espiritualidad personal sino en público en comunidad como en actos religiosos.

2. Confianza en Dios.

No confíes en proyectos humanos para llegar al cielo, no hay torre de Babel para llegar al cielo. Confía en la gracia de Dios. Procura la gracia de Dios. Pon en Dios tu esperanza. Pon tu esperanza en la gracia de Dios.  La gracia es la vida de Dios en tu alma.

Dios es confiable porque Dios es fiel, Dios es justo y Dios es providente.  No sólo eso, Dios es confiable porque Dios es amor (1 Jn 4,8) 

3. Reinado eterno de Dios.

 La mejor inversión es la que tiene un retorno infinito por toda la eternidad.  Por lo tanto, invertir tu tiempo en hacer un plan de vida y luego trabajar de acuerdo a ese plan es una decisión racional. La garantía de ese retorno infinito por toda la eternidad está en su aval. El aval es Dios, que al ser Rey Supremo, puede garantizar todo el tiempo que dediques para la mayor empresa de tu vida: tu salvación eterna.
 
Petición final.

Virgen María Santísima, Puerta del cielo, ayúdanos a imitar todos los días tu virtudes, para que toda nuestra vida sea así una continua alabanza a Dios, con fe y con obras y sobre todo con la confianza puesta en su divina providencia y con la esperanza firme en la vida eterna. Te lo pedimos por Nuestro Señor y Salvador Jesucristo, que reina eternamente. Amén.


Que la gracia del Señor Jesús permanezca con todos. Amén. (Ap 22,21)

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