Te propongo para la reflexión de hoy la siguiente:
Lista de Antónimos
Mundo Reino
de Dios
Avaricia Generosidad
con el prójimo
Poder Sumisión
a Dios
Negligencia Aplicación
al apostolado
Rebeldía Amistad
y alianza con Dios
Desprecio Estimación
por la religión
Orgullo Modestia
y naturalidad
Altanería Mansedumbre
Arrogancia Sencillez
Altivez Humildad
Petulancia Llaneza
Obras vanas Frutos
Inconsistencia Fortaleza
Idolatría Moderación
Ostentación Austeridad
Maldito Bendito
Los auténticos seguidores de Cristo viven según la segunda
columna de la lista, con los valores y virtudes del Reino de Dios; los demás
viven en mayor o menor medida con los valores y vicios del mundo. Te pido que
repases la lista y te preguntes a ti mismo:
- ¿Cuáles son mis valores y virtudes?
- ¿Cuáles deben de ser?
Esta lista de valores y vicios del mundo la extraje del
capítulo 48 del libro del profeta Jeremías. El antónimo de cada cosa lo puse yo o lo investigué si no sabía. En este capítulo se profetiza la destrucción de la región de Moab, ya que sus
habitantes viven según el mundo y no como Dios quiere.
Antes de seguir adelante te recomiendo hacer una pausa en la
lectura para pedir al Espíritu Santo que te ilumine; basta decir: “Ven Espíritu
Santo.”
Puntos de reflexión
1. ¡Cuidado con el espejismo de las riquezas!
Por haber confiado en
tus obras y en tus tesoros, también tú serás capturado. Quemós irá hacia el
destierro, con sus sacerdotes y sus príncipes. (Jer. 48,7)
El boleto de entrada al cielo se compra con tesoros
espirituales:
- obras de misericordia,
- obras de apostolado y
- actos de piedad.
¿Cuánto tienes para el boleto?
2. Bendito el que hace la voluntad de Dios.
¡Maldito el que
ejecuta con negligencia el trabajo del Señor! ¡Maldito el que aparta su
espada de la sangre! (Jer. 48,10)
El mismo juicio se da en este versículo para el negligente y para el homicida; ambos
están malditos ante Dios.
Si no tienes apostolado aún no te angusties, confía siempre en la misericordia de Dios, pero aplícate
mientras todavía vives en el tiempo y cámbiate al rebaño de los benditos.
Cristo
te invita con estas palabras que dirige a los que hacen obras de misericordia: "Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en
herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo,” (Mt.
25,34)
3. La soberbia es un lastre y un yugo, que estorba al apóstol, ¿de qué te glorías si
nada bueno puedes hacer sin Dios?
Yo conozco su petulancia –oráculo del Señor– sus vanas habladurías, sus
obras inconsistentes. (Jer. 48,30)
Pon tu vista en Dios y date cuenta cuán ínfimo eres a lado
de Dios. Hay una distancia infinita entre la importancia de Dios y la tuya,
mucho más grande que tu relativa importancia y la de tu prójimo menos
favorecido. Así que no hay razón para que te sientas superior a nadie, ni para
que los trates como inferiores a ti. Mejor ponte listo y trátalos con humildad
y caridad porque te precederán en el cielo aquellos que tú hoy consideras
inferiores y servidores tuyos.
Petición final
Te pido Madre Santísima, Reina de los apóstoles, el desprendimiento suficiente de las cosas y la visión clara
de mi realidad humana como Dios la ve. Dame la encomienda de hoy y ruega por
mí, para que yo la cumpla con prestancia. Si en algo me he de distinguir, que
sea en el servicio a Dios y a mí prójimo, pero mejor que yo pase desapercibido,
porque la paga de Dios es mejor que la recompensa que me pudiera dar cualquiera
de mis hermanos. Esto te lo pido en el nombre de Jesucristo tu Hijo, Nuestro Señor y
Salvador. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario