#185: Oración de agradecimiento al Buen Pastor

Gracias Padre porque:

Fortaleces mi debilidad,
extiendes mi alcance,
vigorizas mi salud,
redoblas mi paciencia,
purificas mi espíritu,
suavizas mi yugo,
y aligeras mi carga.

Abasteces mi necesidad,
endulzas mi existencia,
llenas mi día,
y das sentido a mi vida.

Aclaras mi vista,
afinas mi oído,
sacias mi sed,
confirmas mi fe,
y perdonas mi pecado.

Llenas mi soledad,
mueves mi corazón,
comprendes mi sufrimiento,
das cordura a mi alegría,
y mantienes íntegra mi psicología.

Alimentas mi alma,
haces rendir mi alimento,
para compartirlo con mi prójimo,
bendices mi trabajo,
proteges mi descanso,
iluminas mi mente,
y eres la voz de mi conciencia.

Tú vicario es mi guía.
Tus santos son mi incentivo.
Tu ángel es mi escudo.
Tu Madre es mi abogada.
Tu Hijo es mi salvador,
y tu Espíritu Santo mi consuelo.

Tus dones son mi tesoro.
Tu voluntad es mi ley,
y tu amor es mi aventura.
Por todo esto y más Señor,
verdaderamente,
tú eres mi Pastor,
y nada me falta.

(Ver Salmo 23)

#184: La IFE de Dios

Saca tu IFE y contempla los campos de información que tiene. 

Ahora imagina cómo sería la IFE de Dios.  Te ayudo con algunos datos a continuación:

• Dios tiene un Santo Nombre y un divino rostro.
• Su domicilio es el cielo y el corazón de los fieles. El está en todas partes.
• Su edad es eterna y su ser es espíritu.
• Si Dios votara lo haría por sí mismo porque Él es el único Dios y Señor.
• Su huella está plasmada en el ser humano y en toda la Creación.
• Su firma es omnipotente.
• Su santidad es modelo de perfección.

Esta reflexión está basada en el capítulo 39 del libro del profeta Ezequiel. Te recomiendo que antes de continuar pidas ayuda al Espíritu Santo. Digamos juntos: ¡Ven Espíritu Santo!

Puntos de reflexión

1. Reverenciar el Santo Nombre de Dios.

  

Daré a conocer mi santo Nombre en medio de mi pueblo Israel y no dejaré que mi santo Nombre vuelva a ser profanado. Así sabrán las naciones que yo soy el Señor, santo en Israel. (Ez. 39,7)

Lo contrario de profanar es reverenciar, consagrar, venerar, dar culto a Dios.  Esto significa vivir la propia vida de manera que, abriendo el corazón a Dios, cumplamos la misión de cada día según su voluntad y guiados por el Espíritu Santo.

2. Ver la mano de Dios en los acontecimientos de la vida.

 Yo haré valer mi gloria entre las naciones, y todas ellas verán mi juicio, que yo mismo ejecuté, y mi mano, que yo descargué sobre ellas. (Ez. 39,21)

No estamos solos, sino que Dios nos acompaña amorosamente por la vida. El ha triunfado y su designio y su providencia se imponen infinitamente por encima de cualquier potestad. No temas a otro, sólo teme ofender a Dios que tanto te ama.

3. Cristo es el plan de Dios para tu vida

  

Cuando yo los haga volver de entre los pueblos y los congregue lejos de los países de sus enemigos, manifestaré mi santidad por medio de ellos a la vista de naciones numerosas.

 Y ya no les ocultaré más mi rostro, porque habré derramado mi espíritu sobre la casa de Israel –oráculo del Señor–. (Ez. 39, 27.29)

Cristo es el modelo y el Espíritu Santo es el escultor que a partir de tu barro te dará forma, para convertirte en otro Cristo. Tú sólo respira y bebe al Espíritu Santo y aliméntate de la Eucaristía.  Si eres buen barro la Palabra de Dios dará fruto en ti.

Petición final

Madre Santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo, por tu intercesión imploramos que el consuelo sea derramado abundantemente en nosotros y en nuestros seres queridos: amigos y familiares y compañeros de camino. Te lo pedimos por Jesucristo tu Hijo y Señor nuestro. Amén.