miércoles, 31 de julio de 2013

#192: De vacaciones con Dios.

En Dios encuentro mi verdadero descanso. 

De Él recibo la brisa refrescante y 
en Él contemplo la vista espectacular que me cautiva. 

Dios alegra la convivencia familiar en vacaciones y 
nos mantiene unidos en todo este viaje que es la vida. 

Con Dios está asegurado,
que el destino será inmejorable y 
que la habitación está bien reservada para nosotros.

Con Dios todo está incluido,
y Él sólo me basta.

Esta reflexión está basada en el capítulo 13 del libro del profeta Oseas.  Te invito a que pidas conmigo la luz del Espíritu Santo, deseando que te aprovechen estas líneas para tu propia santificación.

Puntos de reflexión

1. Busca primero a Dios

Pero yo soy el Señor, tu Dios, desde el país de Egipto: no conoces a otro Dios más que a mí, y fuera de mí no hay salvador. (Oseas 13,4)

Busca primero a Dios antes que al placer o al entretenimiento. 

Quedarás pleno, 
con el corazón lleno de amor y 
las manos llenas de cosas buenas para compartir.

2. Acércate con confianza a tu Padre celestial

Yo te conocí en el desierto, en la tierra de la aridez. (Oseas 13,5)

No es necesario que te presentes, pues Dios ya te conoce. El es tu Padre celestial y te conoce íntimamente.   

Dios te ama y es testigo de cada instante de tu vida. Dios te regala alegrías y bendiciones conforme se las pides y las vas necesitando.

3. Acuérdate de darle las gracias a Dios por todo

Al llegar a sus campos de pastoreo, ellos se saciaron; y una vez saciados, se enorgulleció su corazón; por eso se olvidaron de mí. (Oseas 13,6)

Reconoce humildemente que Dios es la fuente de todo lo que te aprovecha. 

Sin Dios nada puedes que valga o trascienda.

En estas vacaciones te deseo que vayas y regreses con Dios en tu corazón.

Petición final

Madre Santísima, acompáñanos en este viaje. Que así como tú viajaste siempre con Jesús, así nosotros también lo llevemos a todas partes. Te lo pedimos por tu Hijo Jesucristo Nuestro Señor y Salvador. Amén.